
Ante esta situación de violencia que se vive en los Estados Unidos, desde el 25 de mayo; generada por la muerte del señor Flyod, un afroamericano; víctima de la brutalidad de un policía blanco, Derek Chauvin; quien ahora esta en la cárcel acusado de homicidio de tercer grado; he creído conveniente escribir este artículo, como Latina, como madre, como profesora, como Terapeuta Familiar y como Cristiana; para compartir mi reflexión de que todos los seres humanos somos CO-RESPONSABLES del racismo.
Primero vamos a refrescar la definición de racismo y su origen para que en base a la realidad (ver), la reflexión (teoría), seamos capaces de re-orientar nuestra acción como educadores primeros de los hijos y como líderes en nuestra comunidad.
¿Qué es el racismo? La definición de ‘Oxford Languages’ es: “El racismo es la Ideología que defiende la superioridad de una raza frente a las demás y la necesidad de mantenerla aislada o separada del resto dentro de una comunidad o un país. El racismo puede incluso justificar la eliminación física de las razas consideradas inferiores”.
El racismo surge cuando una persona se incomoda de lo diverso, de lo antagónico, cuando no se acepta otra creencia, otra opinión, otro punto de vista. La fuente del racismo es la NO aceptación de la diferencia y de la discrepancia, actitudes que alimenta los diversos focos donde surge el racismo y sus derivados: xenofobia, aporofobia, etc. La xenofobia: odio, repugnancia u hostilidad hacia los extranjeros o extraños o diferentes. Según la RAE, (2017) Aporofobia, es un neologismo para designar el rechazo o aversión a los pobres y todo lo que concierne a su falta de recursos y de educación.
Origen del racismo: El origen del racismo esta en la familia, no en el gobierno ni en las redes sociales. Si, esta en tu familia y en la mía. Esto es muy fuerte para nosotros padres y madres de familia porque mientras nos aterrorizamos del policía blanco Chauvin, que mato al señor afroamericano Floyd o cuando juzgamos de ‘terroristas y vándalos’ a los que protestan en las calles, reclamando el abuso policial en contra de las minorías; ignoramos que los ‘laboratorios’ donde se fabrican esas mentes enfermas de racismo son nuestros propios hogares.
Eric Pratts Gil, Profesor de Educación Multicultural de la Universidad de Barcelona, en su articulo “La familia como escenario para transgredir el racismo”, afirma de que el racismo es la ‘patología (enfermedad física o mental) social’ mas grave que la sociedad debe de desterrar.
Pero ¿Dónde esta la sociedad? La sociedad no es un ente etéreo, la sociedad la conforman tu hogar, mi hogar y el hogar de todos. El hogar es el núcleo básico de la sociedad y es el lugar pedagógico inicial, en donde a todos los seres humanos nos han formado o deformado, trasmitiéndonos valores positivos de solidaridad, igualdad, misericordia, aceptación, etc o anti-valores negativos de egoísmo, superioridad, odio, inequidad, competencia desleal, etc.
El hogar como núcleo básico de la sociedad, es el primer ‘laboratorio pedagógico’ donde se forman los lideres trascendentes del futuro y donde se aprende las emociones o sentimientos. Estos son los cinco sentimientos básicos que el ser humano adquiere en su hogar, escuela, barrio, ciudad, grupo étnico, iglesia, sociedad.
Miedo –Alegría- Tristeza –Enojo – Amor
ACCIÓN:
Padres, madres de familia y lideres comunitarios, religiosos, políticos y sociales; están formando RACISTAS en potencia, cuando:
1.Promueven la Xenofobia (rechazo al extranjero o diferente) en su hogar inconscientemente: si su estilo de paternidad o maternidad o liderazgo ha sido o es autocrático, en este modelo, solo cuenta la opinión de los adultos y lideres y NO escuchan ni toma en cuenta la opinión de los hijos o los colaboradores porque son diferentes de las propias. Esa es una semilla de los anti-valores de “Intolerancia y Superioridad” que se ha sembrado o se siembra en el cerebro de los hijos y/ o colaboradores cuando crecen se convertirán en unos racistas que tanto criticamos. Estos anti-valores se contraponen al mensaje de Jesús y que como Cristianos debemos seguir; “Un mandamiento nuevo os doy: que os améis los unos a los otros; que como yo os he amado, así también os améis los unos a los otros.” (Juan 13:34)
2.Promueve la Aporofobia (rechazo a los pobres) Si usted en su hogar o en su espacio de liderazgo se ha burlado o se burla de la falta de educación, de la mala ortografía, de la precaria vestimenta de sus amigos o familiares de escasos recursos económicos; esta modelando en sus hijos y colaboradores de que son superiores a la ‘bola de ignorantes, brutos y pobretones’ y eso se llama ‘Supremacía’ que se antepone al mensaje que Jesucristo nos dio, que todo cristiano debe hacer carne y que Santiago en su Carta nos recuerda; “Hermanos míos, no tengáis vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo con {una actitud} de favoritismo. Porque si en vuestra congregación entra un hombre con anillo de oro y vestido de ropa lujosa, y también entra un pobre con ropa sucia, y dais atención especial al que lleva la ropa lujosa, y decís: Tú siéntate aquí, en un buen lugar; y al pobre decís: Tú estate allí de pie, o siéntate junto a mi estrado; ¿no habéis hecho distinciones entre vosotros mismos, y habéis venido a ser jueces con malos pensamientos? (Santiago 2:1-4)
Para concluir, quiero citar un adagio de la sabiduría popular, “no escupas al cielo porque te caerá en tu cara”; es decir no nos admiremos del comportamiento ajeno porque tu has tenido, tienes o tendrás ese comportamiento, en cierta forma, consciente o inconsciente. Este proverbio ha sido probado científicamente por Yohansen y Harrinson en su famosa “Ventana de Yohari”; donde muestran de que todos los seres humanos humanos tenemos un “lado desconocido” de nuestra personalidad, es decir, en las mismas circunstancias en las que actúa tal o cual persona a la que criticamos, todos podríamos actuar de la misma manera. Por lo tanto en vez de admirarnos y criticar a los racistas, debemos de auto-evaluarnos y ver dentro de nuestro corazón, que actitud racista consciente o inconsciente tengo para mejorarla y así poder contribuir, como madre, como padre, como latinos, como educadores, como líderes trascendentes; en la edificación de un mundo con mas tolerancia, mas solidario, mas igualitario; un mundo sin racismo.
Por Magalie Torres-Rowe, Profesora y Autora del libro “ ¿Quieres ser un líder exitoso o trascendente?