Es una inmigrante mexicana que es un gran ejemplo de superación.
Por Zoe Licata
A la edad de tan solo 3 años, Talía Barrales cruzó la frontera de la mano de sus padres que buscaban salir de la pobreza y encontrar el sueño americano. Nacida en Guadalajara, México, Barrales creció en California en un ambiente altamente anti-inmigrante por la Proposición 187. Ahora a los 35 años de edad es una abogada de inmigración con mucho éxito. Tiene su propia firma de abogados en Boston que ha ayudado a muchos inmigrantes a superar problemas legales y de injusticia que, según dice, “tienen que enfrentar todos los días”.
Barrales creció con sus padres indocumentados y recuerda que a la edad de 8 años estaba sentada en una oficina de inmigración en California, esperando con su señora madre que un oficial de inmigración la atendiera. “Me senté y ví cómo algunas personas saltaban la línea, y pregunté ¿Por qué lo hacían, si tenían que esperar turno como nosotras? ‘Son abogados’, fue la respuesta que recibió. “Yo también quiero ser abogado”, recuerda que le dijo a su mamá.
Su experiencia de vida
Desde temprana edad, Barrales se había fijado metas y sabía que le apasionaba ayudar a personas que eran como su propia familia. Viviendo en California vio de primera mano los obstáculos que las familias como la suya debían superar y adquirió una comprensión más profunda de las batallas personales que enfrentarían sus futuros clientes, como la persecución política, la violencia de pandillas y la violencia doméstica.
«Me impulsó mi experiencia de vida», dice Barrales sobre su decisión de convertirse en abogada de inmigración.
“No solo venir aquí de niña, sino crecer en California durante la Proposición 187 en un ambiente altamente antiinmigrante, similar a la que se vive ahora, me convierte en una abogada exitosa, porque puedo ver la imagen completa y la profundidad del trauma”.
La Proposición 187 determinó que a los inmigrantes indocumentados en California se les podría negar el uso de servicios administrados por el estado, como la atención médica que no es de emergencia y la educación pública.
Barrales es una mujer apasionada, de mucho carácter y, según dice, su estudio de abogados es diferente a la mayoría de bufetes porque impone en cada decisión y operación en línea los valores de la empresa que son «defensa, comunidad, confianza y empatía».
«Nuestra oficina no se parece a una oficina legal normal; hay mesas blancas, no hay madera vieja. Se parece más a una empresa de tecnología que a un bufete de abogados”.
Trabaja con abogadas latinas
La mayoría de los abogados que trabajan en Barrales Law son latinas e inmigrantes que han visto desigualdades raciales y de género en su campo.
Aunque Barrales no contrató a propósito principalmente a mujeres, dice que lo que todos los que trabajan con ella deben tener en común es el deseo de trabajar con valores y propósitos en lugar de con la naturaleza competitiva habitual que se ve en las firmas de abogados.
El trabajo de Barrales dentro de la sala del tribunal es solo una parte del trabajo que hace. En el pasado, llevó a cabo talleres de «conozca sus derechos» y con el impacto de la pandemia COVID-19, ha estado en Facebook Live compartiendo leyes laborales y derechos de compensación laboral en español. Mientras obtenía su título de abogado de la Facultad de Derecho de Massachusetts, Barrales trabajó como organizadora en East Boston.
«Había una comunidad latina tan diversa en comparación con California», dice Barrales que observó en Boston cuando se mudó por primera vez.
Sus luchas contra Trump
La capacidad de mirar más allá de la naturaleza restrictiva de la práctica jurídica básica ayudó a Barrales a luchar con éxito contra la Administración Trump en Rosales Justo Vs. Sessions.
Su cliente, Javier Rosales Justo, buscó asilo después de que su hijo adolescente fuera secuestrado y brutalmente asesinado en México por una pandilla local. Sessions argumentó que Rosales estaría seguro para regresar a su país de origen porque el gobierno había puesto en marcha recursos para ayudar con la actividad de las pandillas.
Después de no poder llevar su caso a docenas de abogados, Rosales encontró a Barrales, quien ganó el caso, argumentando que los solicitantes de asilo pueden permanecer en los Estados Unidos si los recursos que promueven sus países de origen son inadecuados para proporcionar seguridad. La victoria fue un movimiento histórico que ahora se usa como referencia para otros casos de asilo, y recientemente fue citado en un caso de ACLU que involucra a varias familias que buscan asilo.
«No creo que Rosales Justo siquiera comprenda la importancia de su caso, solo sabe que ganamos», dice Barrales, mostrándose orgullosa y agradecida, pero aclara que el hecho de que se gane un caso no significa que sea una victoria completa.
«Nuestro trabajo no se detiene cuando reciben sus tarjetas de residencia», enfatiza.
Orientación y recursos
En línea con esta misión de proyectarse más a la comunidad, Barrales comenzó los Asuntos Públicos de Barrales este año, brindando orientación y recursos para empresas y organizaciones.
«Todos provienen de diversos orígenes», dice Barrales sobre su nuevo equipo, que está dirigido por ejecutivos minoritarios con una experiencia de 20 años cada uno de liderazgo en «organización política nacional y local, comunicaciones estratégicas y de crisis, y participación comunitaria».
Los fundadores incluyen un médico de emergencias y presidente de la Asociación Médica de Nueva Inglaterra, un ex estratega y director de comunicaciones del Ayuntamiento de Boston, y un estratega político.
Barrales Law también fue seleccionada recientemente por Stanford Latino Entrepreneur Initiative (SLEI), un programa que trabaja con empresas exitosas dirigidas por Latinx para investigar prácticas y liderazgo de negocios, y facilitar la colaboración.
«Siempre estamos presentando nuestra misión y valores», dice Barrales. «Y seguimos trabajando para llegar al siguiente nivel, crecer más rápido, satisfacer más necesidades y construir una base más sólida para las futuras generaciones», concluye.
Los favoritos de Talia:
Película favorita:
Selena (tenía el VHS cuando era niña)
Comida favorita:
Tacos (ha comido un taco en más de 30 países)
Libro que todos deberían leer:
«La diferencia entre nosotros: una memoria» por Reyna Grande