Dos piscinas públicas de Boston reabrieron el miércoles con nuevas medidas de seguridad para evitar contagios de COVID-19.
La Clougherty Pool en Charlestown y Mirabella Pool en el North End comenzaron a recibir bañistas en medio de una ola de calor.
Los visitantes deben registrarse por una sesión de 90 minutos antes de acudir a las piscinas que solo permitirán 75 personas al mismo tiempo, lo que equivale a 40 por ciento de la capacidad.
Los vestuarios permanecerán cerrados hasta nuevo aviso, por lo que los bañistas deben llegar al lugar con sus trajes listos.