Por Maximo Torres
Editor, El Mundo Boston / [email protected]
Todos contra el COVID-19
Cuando Margarita Quintero, una inmigrante de origen colombiano que recibió no hace mucho la vacuna contra el COVID-19 en Boston, me decía que su sobrina que vive en España le había dicho “te vamos a perder, esa vacuna está matando gente” me provocó tanta indignación, me sentí horrorizado porque aún hay gente desinformada, antivacunas como la sobrina de Margarita que siembra en las redes sociales recelo, temor y dudas.
La vacuna es nuestra esperanza de vida, es el arma para frenar el coronavirus que sigue sembrando muerte y dolor en el mundo. Las cifras hasta ahora son aterradoras, 103,4 millones de casos y más de 2,2 millones de muertos en todo el mundo. En Massachusetts, los muertos e infectados se siguen sumando. El último informe del Departamento de Salud reportó 526,423 casos positivos y 14,607 fallecidos desde el inicio de la pandemia.
Ante este cuadro de muerte y dolor ¿qué debemos hacer? Vacunarnos, no hay de otra, la gente no debe dudar y el testimonio de las personas como Margarita que están recibiendo las primeras dosis van ayudar a muchas personas a superar cualquier temor.
“Yo invito a las personas a que se vacune, nadie debe tener miedo, yo me puse la vacuna y no he sentido ninguna reacción negativa, lo que pasa es que hay mucha desinformación y en las redes sociales se dice cualquier cosa”, dice Margarita.
De allí que El Mundo Boston ha lanzado una campaña de sensibilización sobre la vacuna para desterrar entre los latinos el escepticismo, el miedo y las dudas en una comunidad que sigue siendo la más golpeada por el COVID-19. “Una de las razones principales que hemos encontrado es la falta de información confiable en español”, dice el presidente ejecutivo y editor en jefe de esta casa editora, Alberto Vasallo III. “Una fuerte dosis de desinformación que ha estado circulando en las redes sociales en forma de memes, videos y bromas ha intensificado la propaganda contra las vacunas”.
La clave de todo esto es transmitirle a la gente información confiable para que nuestras comunidades entiendan de una vez por todas que la vacuna COVID-19 es segura, eficiente y gratuita. Nuestra campaña va a ser a todo nivel, utilizando las diferentes plataformas para disipar los mitos en torno a la vacuna.
La epidemia está enfrente de nosotros, si me pongo la vacuna no solo me voy a cuidar sino voy a proteger a mi familia y a mi comunidad, sino me la pongo no cuido a nadie y es más probable que muera infectado por el virus. Así de simple. Las falsedades aparecidas en diferentes medios y en las redes sociales van a seguir con la cantaleta de que “nos vamos a convertir en seres transgénicos”.
Lo cierto es que “no existe la posibilidad de que las dosis tengan microchips para controlarnos”, según dice Estefanía Espín, docente ecuatoriana con una maestría en Biotecnología Biomédica, argumentando que los teléfonos inteligentes, las redes sociales “ya lo hacen”.
“El movimiento antivacunas avanza. No existen fundamentos para pensar en que la inmunización es negativa. Vacunarse es pensar en los más desprotegidos”. Totalmente de acuerdo con la doctora Espín.
Y quiero concluir con una cita del gobernador Charlie Baker en su más reciente discurso al estado. “Las redes sociales se han convertido en la fuente de tanta ira y odio en este mundo que a menudo desearía poder apagarlo todo durante un mes y ver qué sucede”.
¡Sigamos cuidándonos!