Por Max Torres
Editor El Mundo Boston
- En “La Hora del Café” de El Mundo Boston, Alejandro Reyes, de origen hondureño, residente legal de los Estados Unidos desde hace siete años, cuenta con pelos y señales lo que vivió durante su arresto al punto que lo llevaron al cementerio de Lynn para masacrarlo a golpes.
- “Se quitaron la ropa y las máscaras para que no quede grabado y me rompieron la nariz, uno de los agentes me dio un puñetazo que me hizo sangrar bañándome todo el cuerpo”.
Las historias contadas por inmigrantes con estatus legal de haber sido víctimas del abuso de agentes federales de ICE han dejado a toda una comunidad en shock. El caso de Alejandro Reyes, residente legal de los Estados Unidos desde hace siete años y que no tiene ningún récord criminal raya con lo inhumano. Los videos de su detención muestran un exceso de crueldad. Lo bajaron del vehículo a la fuerza, lo golpearon y luego se lo llevaron al cementerio de Lynn para masacrarlo. “Se quitaron la ropa y las máscaras para que no quede grabado y me rompieron la nariz, uno de los agentes me dio un puñetazo que me hizo sangrar bañándome toda la ropa y el cuerpo”.
Alejandro Reyes se puso en contacto con el editor de El Mundo Boston por medio de William Puma, dueño de Pollos El Chalan de East Boston, para compartir su historia y luego contarla con pelos y señales en ¨La Hora del Café¨ que se transmite por las redes sociales de lunes a viernes, a las 7:00 de la mañana.
Una historia real
Alberto Vasallo III, conductor del programa y presidente ejecutivo de esta casa editora, interactuó con Reyes, un pequeño empresario latino que ha sabido ganarse el respeto no solo de la comunidad latina sino anglosajona con su trabajo de carpintería.
La historia de Alejandro parece extraída de una película, pero es real. El abuso al que fue sometido por los agentes de ICE no tiene perdón de Dios. “Me siento como si me hubiera pasado una aplanadora por encima, por los golpes, por el maltrato no solo físico sino psicológico. Yo les decía que soy residente legal, que no soy indocumentado, pero poco les importó, me fracturaron la nariz”, relata Reyes en “La Hora del Café”.
Durante la entrevista, Vasallo III mostró el video que grabó Lenin Peña, miembro del Comité Escolar de Lynn, del violento arresto en una de las calles de Lynn, a escasos metros de la escuela, cuyos estudiantes presenciaron parte del incidente hasta que la directora dispuso que los llevaran a otro ambiente.
¿Por qué te golpearon?
“Ellos me pidieron mi identificación y cuando yo traté de sacar la cartera del bolsillo, los agentes creyeron que iba a sacar un arma o un cuchillo, por lo que me sacaron de la Van a la fuerza, solo decían que me calle, me tiraron contra el piso luego contra el vehículo, me quitaron la camisa y yo les decía que era residente legal».
¿Después que paso? Por qué te llevaron al cementerio…
Hasta ahora no lo entiendo, tenían un odio conmigo, me ponían los pies sobre la cabeza y me decían si me gustaba. Yo les repetía que tenia mi residencia en mi cartera hasta que por fin uno de ellos encontró entre mis documentos mi “Green Card” y mi licencia. Otro de los agentes decía que eran falsas. Allí es cuando se pusieron a dar vuelta y a gritar palabras obscenas. Los videos de mi arresto ya se habían hecho virales.
“Ni agua me quisieron dar”
Los agentes al parecer reconocieron su error, pero «ninguno de ellos se disculpó. Mi cara estaba llena de sangre, pero ni agua me quisieron dar». Luego lo trasladaron al centro de detención en Burlington donde encontró a su hermano. “Allí tienen a las personas en condiciones miserables, cada minuto llegan personas y nos ponen uno encima de otro. La gente pide agua, comida, pero nos ignoran, nos tratan peor que a un animal”.
Reyes cuenta que en el cementerio tres de los agentes se quitaron las máscaras, pero “todos se quitaron los chalecos porque allí tienen las cámaras”.
En el centro de detención, el superior de inmigración lo increpó diciéndole que “me iba a ir mal porque me estaban acusando que yo los había agredido y que me había resistido al arresto, lo cual no era cierto. Nunca he tenido problemas, yo tengo mi compañía y es injusto lo que estaban haciendo conmigo”.
“Yo no me siento culpable de nada”
“Mis respetos para la jueza, ella hizo valer mis derechos y me dijo que habían pruebas de sobra para ordenar mi libertad. No lo tengan ni un minuto más en el centro de detención”, ordenó. Ahora Reyes ya cuenta con un abogado para demandar a ICE no solo por daños físicos sino psicológicos. «Mi niña de 7 y mi hijo de 14 sufrieron demasiado trauma, no es justo, estuvieron llorando, y mi esposa por dar a luz la próxima semana. Fue muy difícil lo que me hicieron y me llevaron encadenado de pies y de manos, no merecía esto”
“Lo que nos queda es no quedarnos callados, hay que alzar la voz, no podemos permitir que esto le siga pasando a otra gente”, concluye Reyes en su intervención en «La Hora del Café»de El Mundo Boston.