Aprueba órdenes ejecutivas en favor de “dreamers” y tepesianos

BIDEN

Biden se lleva los primeros aplausos de la comunidad inmigrante

De acuerdo con la iniciativa del presidente Joe Biden, quienes hayan estado viviendo en Estados Unidos hasta el 1 de enero de 2021 sin autorización podrían acceder en cinco años a un estatus legal temporal o a la residencia permanente, si aprueban revisiones de antecedentes, pagan impuestos y cumplen otros requisitos. Después de otros tres años, podrían acceder a la naturalización si lo desearan.

Para algunos inmigrantes, el proceso podría ser más rápido. Los llamados “dreamers”, las personas jóvenes traídas sin permiso a Estados Unidos cuando eran niños, así como los trabajadores agrícolas y beneficiarios de estatus de protección temporal podrían acceder más rápidamente a tarjetas de residencia permanente si están trabajando, van a la escuela o cumplen otros requisitos.

Biden ya adoptó medidas ejecutivas inmediatas que no necesitan trámite legislativo para revertir otras acciones de inmigración de Trump. Estas incluyen poner fin a la restricción a la llegada de personas de países islámicos.

La iniciativa representa un intento de Biden de cumplir un compromiso esencial de campaña que resulta de relevancia para los electores latinos y de otras comunidades de inmigrantes después de cuatro años de políticas restrictivas y deportaciones a gran escala de Trump. La medida brinda una de las rutas más rápidas que se haya promovido en los últimos años para que quienes viven de manera ilegal en el país puedan naturalizarse.

Los aliados de Biden e incluso algunos republicanos han identificado a la inmigración como un tema importante en el que el nuevo gobierno podría encontrar terreno común con el Partido Republicano para evitar el estancamiento que se ha vivido en los gobiernos de ambos partidos durante décadas.

Ese tipo de victoria importante, incluso si implica ceder en algunas cosas, podría ser crucial para Biden en su búsqueda de triunfos legislativos en un Congreso donde los republicanos con certeza se opondrán a otras de sus prioridades, como revertir algunos de los recortes fiscales de 2017 y aumentar el gasto federal.

El Senado está dividido 50-50 en bloques partidistas, pero el voto de desempate corresponderá a la vicepresidenta electa Kamala Harris, una demócrata que ya hizo historia como inmigrante y como afroamericana.

El Partido Demócrata tiene una mayoría de 222-211 en la Cámara de Representantes, donde dos escaños están vacantes.

Biden presentó varias órdenes ejecutivas poco después de que asumió la presidencia y confía en realzar con ellas su énfasis en un tema en el que no se ha logrado una medida legislativa importante desde 1986. 

Reforma migratoria

El senador demócrata Robert Menéndez manifestó que “impulsar una iniciativa para una reforma de inmigración no será fácil, pero creo que es posible”. Señaló como ejemplo una reforma a gran escala de 2013 aprobada por escaso margen en el Senado pero que no pasó en la Cámara de Representantes, que entonces tenía mayoría republicana. Menendez y Rubio fueron parte de un grupo de ocho senadores de ambos partidos que contribuyeron a que consiguiera la aprobación del Senado.

Ya hay oposición

Legisladores republicanos y grupos conservadores ya han expresado su oposición al plan de inmigración del presidente Biden por considerarlo una amnistía a gran escala para personas que viven sin autorización en Estados Unidos, lo cual pone de relieve que la medida va a enfrentar una difícil batalla en un Congreso donde los demócratas tienen una mayoría exigua.

Para complicar más las cosas, diversos grupos proinmigrantes dijeron que apremiarán a Biden a que vaya más allá y adopte medidas tales como moratorias inmediatas a las deportaciones, detenciones y nuevos arrestos. 

El fin de políticas anti-inmigrantes

Biden ha tomado el toro por los cuernos en momentos en que puso fin las políticas restrictivas y a menudo severas que el presidente Donald Trump aplicó en materia de inmigración durante cuatro años.

La propuesta de Biden prevé crear una ruta que permita a millones de inmigrantes aspirar a la naturalización en ocho años, establecer un programa de procesamiento en el extranjero para refugiados que busquen ingresar en Estados Unidos e impulsar el uso de tecnología para vigilar la frontera.

Desalentar la inmigración

A fin de desalentar una oleada de inmigrantes en dirección a la frontera de Estados Unidos con México, sólo podrán acceder a la ciudadanía prevista en el plan las personas que ya se encontraban en Estados Unidos hasta el 1 de enero de 2021. 

“Una amnistía masiva sin salvaguardas ni restricciones es imposible”, dijo el senador Chuck Grassley, el principal republicano en la Comisión de Asuntos Jurídicos del Senado.