Por Max Torres
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Joven madre ecuatoriana muere en trágico accidente en Revere
- Sofía Mejía tenía muy poco tiempo de haber emigrado con su hijo de apenas 2 años, tenía una “maleta de sueños” para ayudar a su familia y encontró la muerte.
- Marina Maldonado, una joven madre de dos hijos, le dio hospedaje en su casa de East Boston luego de vivir días difíciles como recién llegada y dormir en la calle.
Triste final. La trágica muerte de una joven madre que emigró del Ecuador con su hijo de apenas 2 años ha impactado a toda la comunidad. Sofía Mejía de tan solo 28 años de edad salió de su país de la mano de su hijo con una «maleta de sueños», quería ayudar a su familia. Su primer destino como recién llegada de los miles de inmigrantes que han cruzado la frontera fue Nueva York, pero al no conseguir trabajo decidió viajar a Boston por recomendación de unos amigos. A su llegada no conocía a nadie. Sofía vivió días difíciles, durmiendo en las instalaciones del aeropuerto Logan y las estaciones del tren hasta que se le apareció la Virgen. Marina Maldonado, una joven madre de dos hijos, le dio hospedaje en su casa de East Boston y días después consiguió trabajo en el Market Basket de Revere. Estaba feliz, hablaba con su esposo en el Ecuador de sus sueños hasta que de la noche a la mañana todo cambió, un automóvil la arrolló saliendo de su trabajo causándole la muerte.
«Aún no creo que haya pasado esto, no era mi familia, pero su trágica muerte me afectó mucho, me partió el corazón» dice Marina, quien tuvo que vencer todos sus temores para darle la triste noticia a su esposo Jipson Gómez con quien Sofía hablaba todos los días y le decía «ten fe, ruega a Dios que vamos a salir adelante y pronto estaremos los tres juntos».
La trágica muerte de Sofía cuando recién estaba acariciando sus sueños dejó a su esposo sumido en la más profunda tristeza. «No es cierto, es mentira, me están engañando», balbuceaba entre lágrimas pidiendo a Marina que le envíe fotos de su esposa. Marina trató de consolarlo durante la comunicación vía «Facetime».
«Todo fue muy doloroso»
Jipson hasta el final no quiso creer lo que le había pasado a su esposa y en otra comunicación por texto «me volvió a preguntar si era mentira lo que le habían dicho, esperé hasta el día siguiente para enviarle la foto que le había tomado a Sofía en su lecho de muerte en el Mass General Hospital».
«Yo hablé con la familia, todo fue muy doloroso», relata Marina tras escuchar a Jipson decir que su esposa salió de su país decidida a darle un futuro mejor a su familia y a su pequeño niño. «Siempre fue una esposa amarosa, cariñosa y aún no creo que le haya pasado este accidente, era una mujer tan buena que no se lo merecía».
¿Por qué no fui yo?
Jipson habla con el corazón en la mano y repite entre sollozos «por qué no fui yo», mientras amigos y compañeros de trabajo la describían como una «muchacha buena, que había dejado a su familia en el Ecuador para buscar el sueño americano». Sofía era una de las inmigrantes recién llegadas que vivía con su pequeño hijo sin más compañía que la soledad.
El domingo del trágico accidente Sofía se levantó temprano, atendió a su pequeño hijo, tomaron desayuno para luego salir a trabajar. «Yo me fui a misa», recuerda Marina. «Todo estaba bien y hablamos de su trabajo en Market Basket», empresa a la que había ingresado no hacía ni tres meses. Ese día le tocó trabajar hasta las 9:00 de la noche y cuando se dirigía para tomar el autobús que la lleve a su casa en East Boston ocurrió el accidente. «Por lo general caminaba por la Broadway de Revere hasta la parada del autobús cuando fue arrollada por el automóvil», cuenta Marina que habló en «La Hora del Café» de El Mundo Boston.
En el escenario del accidente
«Con mi esposo llegamos hasta el escenario del accidente, la policía no dio mayor información en ese momento, pero lo que nosotros observamos fue terrible, murió al instante, el carro quedó como si hubiera tenido un accidente con otro carro. La policía explicó que como consecuencia del impacto, Sofía salió volando para caer en el techo del vehículo que al parecer iba a excesiva velocidad», relata Marina, quien le tendió la mano de ayuda a la joven madre ecuatoriana cuando más lo necesitaba».
«Es muy difícil lo que vivió Sofía y aunque no sea mi familia, era de otro país, yo me puse a pensar en mis hijos. A nosotros los inmigrantes nos toca luchar, dejar a nuestras familias en nuestros países de origen para buscar el sueño americano. Sofía no lo logró por culpa del accidente y nosotros lloramos su partida a tan temprana edad».
Luego de la dolorosa tragedia miembros de la comunidad, de varias organizaciones proinmigrantes y de la misma ciudad se unieron para recaudar fondos para ayudar a la familia de Sofía. Con el apoyo de un abogado de inmigración y del dinero recaudado van a costear los gastos para que el esposo viaje a Boston y se reencuentre con su pequeño hijo de 2 años que ha quedado huerfano de madre. El dinero recaudado también servirá para repatriar sus restos.
Piden ayuda
«Lo que pedimos es que nos ayuden para traer los restos de Sofía a Ecuador para darle cristiana sepultura», señala Jipson entre lágrimas en una comunicación desde su país. La Cónsul del Ecuador, Beatriz Steim, también está colaborando en todos los esfuerzos de repatriación y pidendo el apoyo de la comunidad. Sus compañeros de trabajo también están colaborando.
Casi una semana después del accidente, los miembros de la comunidad celebraron una vigilia en el mismo lugar de la tragedia para después celebrar una misa de cuerpo presente. En la vigilia se honró la memoria de esta joven inmigrante ecuatoriana.
«Nosotros estamos pidiendo el apoyo de la comunidad, un dólar cuenta para ayudar a la familia de Sofía que para salir de su país tuvo que embargar la casa de la mamá de su esposo, es una familia muy humilde y necesita de nuestra ayuda», concluye Marina.
Algo más
Sofía Mejía, la joven madre de la sierra del Ecuador que murió en un horrible accidente, deja solo a su pequeño hijo de dos años y a lo que ella llamaba su «maleta de sueños». En noviembre del 2023, casi en vísperas de la Navidad, salió de su país con muchas ilusiones, «estaba cargada de sueños». Del Ecuador llegó a Nueva York y luego viajó a Boston. Con los refugios de emergencia al tope, Sofía tuvo que dormir en la calle con su pequeño hijo hasta que una madre de dos hijos, Marina Maldonado le abrió las puertas de su casa dándole hospedaje para luego conseguir trabajo en Market Basket. La felicidad parecía que le comenzaba a sonreir, pero la muerte se le cruzó. Ayudemos a Sofía a través de goFundMe.
Donaciones: gofund.me/53197b0f
Maximo Torres
Editor, El Mundo Boston
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