Maximo Torres
Editor, El Mundo Boston
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Voy a dedicar mi columna esta semana para hablar de fútbol, del deporte Rey que nos apasiona a todos, del Mundial de Catar que cada día está más cerca y de los sueños de volver a ver en casa disputarse la Copa del Mundo del 2026 porque Boston ha sido seleccionada como una de las ciudades sedes. El Foxboro Gillete Stadium estará abriendo sus puertas de nuevo como lo hizo en el mundial de 1994, hace un montón de años.
Será muy bueno para la economía cuando ya salimos de la pandemia del COVID-19 que, sin embargo, nos ha dejado muchos estragos.
Pero en esta ocasión me quiero referir al partido de «repechaje» entre Perú y Australia y de manera particular al arquero australiano, al «loco», al «anti penales» que les arrebató a los peruanos sus sueños de ir por segunda vez consecutiva a esta fiesta del futbol mundial.
Este «anti penales», este «loco» de los cuatro palos, le metió todo tipo de bailes, piruetas, malabares a sus actuaciones que mareó al más pintado jugador peruano Advíncula que erró el tiro de los 12 pasos y lo repitió después otro jugador peruano menos experimentado.
El director técnico australiano tenía bajo la manga a Andrew Redmayne si llegaban a definir el repechaje por la tanda de los penales y faltando segundos, minutos para terminar los 90 y los 30 suplementarios hizo el repentino cambio de arquero, repentino para nosotros, no para el seleccionador australiano.
«El loco», el «anti penales», hizo su trabajo de bailarín en el arco y se la jugó bailando cumbia peruana, colombiana o «Pura uva mami» salvadoreña para lograr sus objetivos. Se despachó de lo lindo con sus bailes y piruetas y ganó.
La FIFA ya prohibió los bailes en el arco, pero llegó tarde para Perú. Sin duda alguna, este arquero barbudo va a dejar mucho de qué hablar en el Mundial de Catar que abrirá sus puertas en noviembre próximo. Ahora a Costa Rica le fue mejor consiguiendo como último país que jugó el «repechaje» su pase al Mundial al ganar 1-0 a Nueva Zelandia. Los ticos corrieron con mejor suerte en un partido que lo tuvo ganado desde los primeros tres minutos del encuentro al anotar el gol que a la postre le significaría el triunfo. Porque después el score no se movió para nada.
Ahora lo complicado para Costa Rica va a ser estar en un grupo de la muerte con Alemania, España y Japón. Ya están las 32 selecciones clasificadas y ahora nos toca esperar el pitazo inicial sin Perú como hubiéramos querido. Ya no vale la pena condenar ni encontrar culpables. Se jugo mal, se planteó mal el partido y punto.
Como peruano nacionalizado norteamericano que no vive en Perú me dolió como les dolió a todos los peruanos. Ahora a alentar a nuestras selecciones latinoamericanas y a la estadounidense que la voy a apoyar desde donde me encuentre, ya sea en Catar o de catador en cualquier lugar, porque es mi segunda patria.
¡Sigamos cuidándonos! La vacuna salvavidas.
