Aunque aún no está claro el panorama para el regreso a clases en otoño, autoridades estatales revelaron el miércoles un plan para el funcionamiento de los autobuses escolares.
Los estudiantes tendrían que sentarse uno por cada fila y tendrán asientos asignados, deben usar mascarillas, las ventanas deben estar abiertas, y los trabajadores deben desinfectar las áreas luego de cada uso.
Con la reducción de la capacidad, los transportes solo podrían recibir un tercio de los alumnos, por lo que aún es incierto si habilitarán más unidades, o cambiarán el horario de inicio escolar para permitir que los autobuses realicen varios viajes.
«La salud y seguridad de nuestros estudiantes así como del personal es nuestra principal prioridad», escribió el Comisionado de Educación Jeffrey Riley.
Estas medidas podría lograr que se incline la balanza a una decisión de los distritos escolares de usar un sistema de enseñanza mixta (remota y presencial).
«Boston Public Schools está trabajando en tres escenarios para la reapertura de las escuelas. Revisaremos estos lineamientos para seguir desarrollando nuestros planes», dijo Jonathan Palumbo, portavoz del distrito escolar de Boston.
