«Siempre vivirás en nuestros corazones y la llama de nuestra hermandad jamás se apagará»
A un año de su sentida muerte que dejó a su familia abatida por el dolor y la tristeza, el doctor Gerardo Yanayaco Benavides recibió el más emotivo homenaje póstumo en la Iglesia Santa Rosa de Chelsea en el que se destacó su grandeza como médico y su amor por los necesitados, formando parte de la legión de héroes de la salud que murieron víctimas del COVID-19.
Al frente de la ceremonia religiosa estuvo su señora madre, Luz Benavides Avellaneda, quien cumple 101 años el 24 de junio próximo, sus hermanas, cuñados y sobrinos.
El doctor Gerald, como muchos lo llamaban, nació en Tapuc, un pueblo de la sierra andina del Perú, para emigrar a Lima a seguir sus estudios y luego de graduarse como médico trabajó en hospitales y clínicas para seguir su camino de inmigrante hacia los Estados Unidos donde se abrió paso como uno de los profesionales de la salud más destacados, llegando a ser profesor universitario y abrir su propio centro de salud. Su vida de inmigrante terminó en Brasil adonde viajó para estudiar cirugía estética en Pitaluga, uno de los mejores centros de medicina cosmética.
En su largo trajinar como médico trabajó en diferentes hospitales en Porto Alegre, radicándose en el balneario de Tramandai donde contrajo el virus mientras salvaba vidas en plena pandemia del coronavirus. Luego de una agonía de 30 días, el doctor Gerald falleció el 19 de marzo del 2021.
«La muerte del Dr. Yanayaco Benavides conmovió a la comunidad médica, pacientes, familiares, paisanos y amistades del mundo entero y no podría ser de otra manera, porque el Dr. Gerald fue un médico muy querido, respetado y admirado por todos», dijo su hermana Olga Lattarulo durante el emotivo homenaje.
«Cuando un héroe de la medicina se va el mundo llora y nuestra familia a un año de su muerte sigue llorando y culpando al gobierno brasileño de su muerte porque no vacunaron a tiempo a los médicos ni a los trabajadores de la salud», anotó.
Como hermana y periodista, la doctora Lattarulo siguió de cerca sus 30 días de agonía en el Hospital de Tramandai donde se infectó y murió «por negligencia de los médicos», según la doctora Lattarulo, Oficial de Probatoria de la Corte de Chelsea.
«Ruego a Dios que lo tenga en su gloria y desde este altar a un año de su muerte le rendimos el más fervoroso homenaje póstumo», dijo el padre durante el oficio religioso.
El Dr. Gerald, a quien muchos llamaban “El médico de los pobres y más necesitados”, dejó todo un legado por su entrega por los pobres y menesterosos en el cuidado de la salud por sus casi 40 años como médico que no tuvo límites.
