Según las autoridades, el ex director tenía vínculos con la pandilla violenta Latin Kings y reclutaba estudiantes para que le vendieran drogas
Un juez federal ordenó a un ex director de una escuela secundaria de Boston conocido cariñosamente por los estudiantes como «Rev» que pague más de $ 10 millones en daños a un ex alumno que fue condenado por intentar matar en una disputa sobre la venta de drogas.
El estudiante que había sido reclutado por el ex director para vender marihuana tenía 17 años cuando recibió un disparo en la nuca a quemarropa en una calle de Boston en marzo de 2015.
El fallo en rebeldía contra el ex director de la escuela secundaria inglesa, Shaun Harrison, incluye $7.5 millones en daños por dolor, sufrimiento y angustia emocional; $2.5 millones en daños punitivos; y más de $80,000 para las facturas médicas de la víctima.
Harrison fue condenado en un tribunal estatal en 2018 por agresión y otros cargos, y sentenciado hasta 26 años de prisión.
Harrison, que tenía antecedentes como organizador comunitario y ministro de jóvenes, era director académico, un trabajo que requería mantener el orden y asesorar a los estudiantes, según el testimonio en el juicio.
Reclutaba estudiantes
Pero llevaba una doble vida, dijeron las autoridades. Tenía vínculos con la pandilla violenta Latin Kings, reclutaba estudiantes para que le vendieran drogas y tenía un arma en su apartamento.
Harrison negó los cargos y le dijo a un canal de televisión de Boston que “nunca vivió una doble vida”. Sin embargo, el ex alumno que fue reclutado por Harrison para vender marihuana vive con el disparo en la nuca.
Una vida de dolor
La bala apenas alcanzó el tronco encefálico y la arteria carótida de la víctima, pero le destrozó la mandíbula. Se sometió a dos cirugías, le cerraron la mandíbula con alambre durante nueve meses, permanece paralizado en la mitad de su rostro, sufre de neuropatía facial, pérdida de audición y requiere pesas en los párpados para ayudarlo a abrir y cerrar los ojos, según documentos judiciales. Continúa experimentando dolor por la bala que permanece alojada en su cabeza y desarrolló una adicción a los opioides recetados para el dolor.
No se incluyó ningún abogado para Harrison en el caso civil presentado por la víctima en 2019 y no está claro si la víctima alguna vez recibirá dinero de Harrison.
“El juicio contra Harrison como individuo garantizará que nunca podrá beneficiarse de nada cuando salga de prisión, incluida la venta de los derechos de esta historia para su publicación”, dijo el abogado del demandante, John Martin, en un correo electrónico.
