En las faldas del coloso no se observa ninguna fiesta. Ni un patrocinador que se instale para ofrecer sus productos como en otros mundiales. El aficionado sólo tiene dos opciones: El refresco de cola o cerveza sin alcohol. Las filas evidentemente están vacías en el Estadio Al Bayt de Qatar en la inauguración de la Copa del Mundo.
Obviamente hay agua, pero tampoco se vende mucho. De comer ofrecen “papitas” y no más. Esas son las nuevas reglas. Así abre el Mundial, en medio de la extrañeza de muchos. En los pasillos hay mucho orden.
Acaso las aficiones de Ecuador y Qatar no son las más ruidosas, pero existe orden. Un vaso de refresco tiene un costo de 15 reales qataríes, algo así como 80 pesos mexicanos, evidentemente eso provoca que tampoco haya una gran afluencia de gente.
En medio de un calor que abraza y exprime hasta la última gota de sudor los aficionados caminan hacia el estadio exhaustos, pero felices que están a nada de presenciar la apertura del Mundial. No hay nada de beber. No hay tiendas. Sí, está desierto.
Ecuador se viste de aguafiestas y domina a un débil Qatar
El equipo liderado por Gustavo Alfaro logró una clara victoria gracias a los goles de Enner Valencia. El Tri jugará su próximo compromiso ante Países Bajos, mientras que el dueño de casa buscará cambiar la pálida imagen que dejó frente a Senegal.
Qatar no está para jugar un Mundial. Veremos si tiene las condiciones para albergarlo, pero lo que sí quedó claro en el partido inaugural es que esta cita, a nivel de selección, le viene muy grande.
Tanto que un combinado como el de Ecuador apenas necesitó media hora para firmar la primera victoria de este Mundial. Ecuador se impuso con autoridad y logró una clara victoria sobre Qatar. Enner Valencia fue el autor de los dos goles que le permitieron al conjunto de Gustavo Alfaro sumar los primeros tres puntos en el Mundial.
El próximo rival del Tri será Países Bajos (Holanda), mientras que el elenco del español Félix Sánchez se medirá frente a Senegal.
