Frontier de las penurias

Frontier de las penurias

Por Max Torres

Viajar a cualquier destino del país o del exterior se ha convertido en una suerte de «viajero infeliz» no sólo porque ahora no te dan ni agua durante el vuelo sino porque los viajeros sienten ser asaltados inmisericordemente, todo lo que pides te crucifican con la tarjeta comenzando con las maletas y, según me decía un viajero frecuente, llegará el día que te cobren hasta el papel higiénico o por usar el baño.

Cada vez la frustración es mayor y los viajeros ya no saben cuál de las líneas aéreas  es la peor. En un reciente viaje por Frontier desde Orlando a Boston las quejas se multiplicaron, sobre todo de personas mayores con necesidades de una silla de ruedas para transportarse.

El empleado o encargado de las sillas de ruedas iba poniendo en fila a las personas mayores como en una suerte de carrera de sillas, pero no había suficiente personal para transportarlos y la espera era insufrible por la hora del vuelo.

Unas 10 a 12 personas en sillas de ruedas con sus familias esperaban en el partidor hasta que  apareciera un empleado. El jefe o encargado pedía paciencia, pero por desgracia todos llegaron tarde a la sala de embarque cuando el vuelo había cerrado 15 minutos antes de las 5:01 minuto de la madrugada que era la hora programada. El vuelo sufrió un retraso de unos 15 minutos, pero según nos dijo una empleada, el avión «está full» y muchos se preguntaban y ¿qué pasó con nosotros? La duda surgió entre los viajeros. «Al parecer la empresa vende más pasajes de lo programado y aparentemente juega con los indefensos pasajeros reteniéndolos en la zona del counter».

Lo peor de todo vino después. Frontier se aprovechó descaradamente al cobrarle a los viajeros un pasaje nuevo, es decir por 2 personas $350, pese a las protestas por la aparente irresponsabilidad de la compañía. Para colmo una de las empleadas gritó diciendo que los viajeros tenían que llegar al aeropuerto 3 horas antes pese a que era un vuelo local.

Muchas de las personas se sintieron asaltadas, víctimas de la extorsión por la necesidad de viajar en vísperas del Día de la Madre.

Compartí la frustración de mucha gente. Yo había hecho un viaje relámpago a Orlando por razones periodísticas. Frontier terminó arruinándome la semana. La falta de empleados para transportar a las personas con sillas de ruedas no sólo hizo perder el vuelo a muchas personas sino para colmo tener que pagar de nuevo el pasaje pese a que la responsabilidad era de la empresa. ¿Qué desgracia? Qué robo? como diría mi abuelita. Las quejas no sirvieron de nada. Espero que Frontier rectifique y devuelva el dinero por el bien y prestigio de la empresa.

No hace mucho el presidente Biden se había quejado por el incumplimiento de horarios de viaje de las diferentes líneas aéreas, por lo que deberían ser multadas. ¿Quién para estos desbarajustes?.

¡Sigamos cuidándonos! La vacuna salva vidas.

Maximo Torres Editor de El Mundo BostonMaximo Torres
Editor, El Mundo Boston
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