La administración del presidente Joe Biden planea anunciar esta semana que la mayoría de estadounidenses deberían recibir una vacuna de refuerzo contra el coronavirus ocho meses después de completar su vacunación inicial, según publicó el diario The New York Times citando a dos funcionarios familiarizados con las discusiones. Las primeras inyecciones podrían comenzar a ofrecerse a mediados de septiembre.
El objetivo es ofrecer una protección adicional contra la variante Delta, que está causando un aumento en el número de casos en todo el país.
Es probable que las primeras dosis extra sean dirigidas a residentes de hogares de ancianos y a los trabajadores de la salud, seguidos por otras personas mayores, la población prioritaria cuando la vacunación comenzó en EEUU, a fines del año pasado. Los funcionarios prevén administrar a las personas la misma vacuna que recibieron originalmente.
Entre otras señales preocupantes, los funcionarios de la administración de Biden están particularmente preocupados por los datos de Israel, que sugieren que la protección de Pfizer-BioNTech contra enfermedades graves ha disminuido significativamente para las personas mayores que fueron vacunadas en enero o febrero.
Algunos funcionarios de la administración han visto a Israel como una especie de modelo para Estados Unidos porque comenzó a vacunar a su población antes. Israel ha utilizado casi exclusivamente la vacuna Pfizer-BioNTech, y tiene un sistema de atención médica nacionalizado que le permite rastrear sistemáticamente a los pacientes.
Los últimos datos de Israel, publicados en el sitio web del gobierno el lunes, muestran lo que algunos expertos describen como una erosión continua de la eficacia de la vacuna Pfizer según avanza el tiempo, tanto contra infecciones leves o asintomáticas por covid-19 en general como contra enfermedades graves entre los ancianos.
