Lynn vivió momentos de gran tensión por redadas de inmigración
Robelio González, de origen guatemalteco, vivió la peor pesadilla de su vida en el interior de un vehículo de color negro, sin placa de ICE, luego de que agentes de inmigración lo arrestaran mientras caminaba por la cuadra 5 Lloyd Street, en Lynn. “Solo estaba caminando por el área cuando me arrestaron” dice González, alegando que no tiene ninguna orden de deportación.
Su inesperada y al parecer injusta detención provocó airadas protestas de los vecinos y de miembros de la organización Lynn Coalition y de Massachusetts Democratic State Committee, quienes bloquearon, sentándose en el pavimento, alrededor del vehículo de ICE para evitar que se llevaran a González.
Con micrófonos en mano y en medio de airadas alegaciones de sus familiares, los activistas pedían a los agentes de inmigración soltar a González, un joven guatemalteco trabajador que, según decían, “no es un criminal ni representa ningún peligro para la sociedad”.
Coco Alinsug del Comité Demócrata de Massachusetts colgó en su página de Facebook un video de la detención con la siguiente cita: “Vaya a 5 Lloyd Street en Lynn lo antes posible, un residente de Lynn ahora está detenido y necesitamos hacer ruido para evitar que esto suceda”.
La calle Lloyd se fue llenando de gente de las diferentes razas y orígenes con gritos de “La vida de los inmigrantes importan”.
Isaac Holdes, organizador de Lynn Coalition, también hacía presión para que suelten al guatemalteco.
“Me sorprendió cuando vi que un amigo, con quien he estudiado, estuvo a punto de que le arrebataran a un miembro de su familia. Afortunadamente, un grupo de activistas se presentó en solidaridad con esta familia, evitando que se lo lleven”, anota Christian González.
Lynn vivió momentos de gran tensión, los vecinos se mantuvieron firmes en apoyo del joven guatemalteco detenido. «Fue impresionante por la unidad de la comunidad, es algo histórico», decía Juan González, activista y pastor guatemalteco muy conocido en Lynn. Los agentes bajaron del vehículo, llamaron a sus superiores, conversaron con varios de los vecinos y al final resolvieron dejar en libertad a González que salió del vehículo entre aplausos.
“Gracias a todos de corazón, Dios bendiga a todos”, dice el joven guatemalteco visiblemente emocionado, mientras se estrechaba en abrazos con los vecinos, familiares y activistas.
