Por Max Torres
Desde la llegada de los dos aviones a Martha’s Vineyard con casi 50 inmigrantes venezolanos que huyeron de su país en ruinas por el sistema político y económico, Massachusetts está en el foco de una controversia nacional “por el juego político” del gobernador republicano de la Florida, Ron DeSantis, de traer a la mesa el tema migratorio llevando “bajo engaños” a indocumentados a los llamados “estados santuarios”.
Los demócratas le han tirado de todo al gobernador DeSantis, incluso el presidente Biden lo ha llamado “antiestadounidense”.
Lo cierto es que los casi 50 inmigrantes venezolanos están en el ojo de la opinión pública siendo el grupo más reciente de ser reubicados por un gobernador republicano. Antes lo hicieron los gobernadores de Texas, Greg Abbott, y de Arizona, Doug Duces, ambos republicanos, quienes transportaron a inmigrantes indocumentados y solicitantes de asilo con fondos estatales a estados demócratas.
Es evidente de que hay una manipulación de seres humanos con fines políticos. Los republicanos lo justifican porque dicen que en estados como Texas, Arizona o La Florida “ya no hay cama para tanta gente”.
La Hora del Café de El Mundo Boston llevó a la mesa de discusión este tema de palpitante actualidad con dos venezolanos, una de ellas Katiuska Valiente, una conocida comunicadora venezolana, dueña de Pekas Restaurant, y Lionel, uno de los 48 inmigrantes que luego de refugiarse en una iglesia en Martha’s Vineyard han recibido alojamiento temporal en la base militar de Cape Cod.
“Quiero aprovechar este medio de comunicación para desmentir lo que se está diciendo en Venezuela de que somos víctima de maltratos, que nos tienen pasando hambre y estamos en malas condiciones. Eso es totalmente falso, nadie puede decir eso. Yo y todos los del grupo estamos viviendo en las mejores condiciones en la base militar, no nos ha faltado nada, ni ropa ni comida”, dice Lionel en comunicación directa desde la base militar con “La Hora del Café” que conduce Alberto Vasallo III, presidente ejecutivo de esta casa editora.
“Salí de mi país en esta aventura por la falta de oportunidades y porque la mala política económica nos está destruyendo casi a todos, no hay una manera de salir adelante, de ayudar a tu familia, de progresar, de tener una vivienda propia que darles a tus hijos, cuando no tienes nada en la vida ¿qué haces?”.
Escuchar a este joven inmigrante venezolano que se embarcó con el grupo de sus compatriotas en una aventura de 90 días, cruzando la selva y pasando por diferentes países es realmente impactante. “Lo que también quiero decir es que estamos en medio de una guerra política y nos preguntamos ahora ¿qué va a pasar? ¿adónde nos van a llevar? ¿cuál va a ser nuestro destino?»
La preocupación de este grupo de inmigrantes indocumentados es evidente, no tienen nada claro y, según el abogado de inmigración, Víctor Maldonado “no tienen derecho a ningún beneficio migratorio, salvo el del asilo político que les permitiría trabajar mientras dura todo el proceso que puede ser de 6 a 7 años”.
Lo impactante también fue el gesto humanitario que tuvo Katiuska Valiente, una reconocida comunicadora venezolana a quien conozco de muchos años, de llevar a sus compatriotas comida caliente que preparó con sus trabajadores en Peka Restaurant en Boston.
“Fue una experiencia inolvidable, al principio me sentí frustrada y llena de miedo, pero después en la base militar nos dieron todas las atenciones para compartir con todo el grupo y servirles comida venezolana”
Katiuska pudo hablar con parte del grupo de sus connacionales que le dieron testimonios desgarradores de su viaje de 90 días desde que salieron de Venezuela hasta que llegaron a Texas para luego ser trasladados con engaños a Martha’s Vineyard, en Massachusetts.
¡Sigamos cuidándonos! La vacuna salva vidas.
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Maximo Torres
Editor, El Mundo Boston
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