Inmigración al límite

Gobernadora Maura Healey

Por Max Torres

Cada día es mayor la preocupación de la gobernadora Maura Healey por los nuevos inmigrantes de diferentes países que ya han llenado al máximo el sistema de refugio del estado. Hay más o menos 25,000 recién llegados, muchos de ellos mujeres con hijos pequeños que están recibiendo la ayuda de los contribuyentes. Hasta ahora el gobierno federal no ha soltado dinero a pesar de los ruegos de las autoridades locales. Lo dramático es que los inmigrantes siguen llegando a Boston en busca de asistencia estatal con la vivienda, alimentación y otros. ¿Qué va a pasar ahora? Cuando las autoridades estiman que hay entre 40 y 50 nuevas familias que llegan al estado todos los días y ya no hay donde ubicarlos. Los refugios ya han llegado al máximo de su capacidad y los recursos que se utilizaban para pagar hoteles y moteles ya han llegado a tocar fondo.

Por ahora se está pidiendo a los nuevos inmigrantes que necesitan refugio que se sometan a exámenes de riesgo de seguridad y evaluaciones médicas para priorizar quién puede acceder a las viviendas de emergencia. Sin duda alguna, hay mucha incertidumbre y ya no es nada nuevo que se vea a familias en las salas de emergencia de los hospitales de Boston buscando un espacio para dormir. El presidente del sistema de salud del Boston Medical Center, Alastair Bell, pintó un cuadro nada esperanzador por el aumento de inmigrantes que llegan para pasar la noche y no por razones médicas.

Healey había dicho que no quería ver a las familias inmigrantes en la calle, pero el estado ha rebasado su capacidad de refugio. Ahora lo que está pasando en Massachusetts no es un caso aislado, se repite en muchos estados de la Union Americana. La desesperación del alcalde de Nueva York, Eric Adams, lo ha llevado al extremo de limitar las estancias a 60 días y las autoridades de Chicago están buscando reubicar a los inmigrantes en enormes tiendas de campaña. Ahora la gobernadora de Massachusetts va a colocar a las familias recién llegadas “en una lista de espera, dando prioridad a los que tienen mayores necesidades”.

Massachusetts es uno de los estados que está legalmente obligado a proporcionar refugio a las familias inmigrantes que cumplan ciertos requisitos a través de su programa de ayuda de emergencia, pero todo se le ha salido de las manos porque los números han superado el límite para pagar por vivienda, comida, ropa, utensilios de aseo, pañales para los niños, transporte y otros.

En agosto pasado, la gobernadora Healey declaró estado de emergencia por la continua llegada de inmigrantes que requerían alojamiento. Por esa época sumaban los 20,000, incluidos niños pequeños y mujeres embarazadas. Ahora superan los 7,500 familias, es decir más de 25,000 personas que es el número límite de los refugios del estado. Lo grave es que las familias siguen llegado y hay que darles la mano.

La salida que buscó la gobernadora a esta dramática situación es darles permiso de trabajo a los nuevos inmigrantes que, según las autoridades, “están muy interesados en trabajar” para no depender del estado. A través de una carta, Healey había pedido al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, permisos de trabajo para que los recién llegados puedan encontrar un empleo para empezar a ganarse la vida.

La situación va por buen camino porque las autoridades de Massachusetts inauguraron una clínica para ayudar con la autorización de trabajo a los migrantes que se alojan en refugios de emergencia. Su ubicación no se divulgará al público debido a problemas de seguridad. La vicegobernadora Kim Driscoll ha dicho que la clínica podrá recibir a cientos de personas al día.

Por ahora la crisis migratoria no tiene salida y afecta a unos estados más que otros y Massachusetts es un estado santuario para los inmigrantes, pero como repite Alberto Vasallo III en “La Hora del Café” de El Mundo Boston que se transmite de lunes a viernes, a las 7:00 de la mañana, por las redes sociales, “ya no hay cama para tanta gente”. Suerte a todos los nuevos inmigrantes. 

¡Sigamos cuidándonos! Sin salud mental, no hay salud.

Maximo Torres Editor de El Mundo BostonMaximo Torres
Editor, El Mundo Boston
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