Inmigrantes acampan en la Casa del Estado

LICENCIAS PARA TODOS 1

“Aprueben licencia de conducir para  200 mil indocumentados” 

Sin licencias a la vista 

En pequeñas carpas, durmiendo en el suelo, bajo altas temperaturas o días con una persistente lluvia de verano, grupos de inmigrantes se la jugaron para acampar en las afueras de la Casa del Estado, en el mismo frontis, con el objetivo de presionar a los legisladores para que aprueben una propuesta de ley que permitiría a casi 200,000 inmigrantes indocumentados tener una licencia de conducir del estado de Massachusetts. La policía actuó con mucha cautela, no los molestó en las noches y permitió a los inmigrantes manifestarse durante el día a voz en cuello.  Sin embargo, sus gritos no se escucharon, la legislatura no pasó la propuesta como enmienda en la reforma policial ni en la reforma económica. 

Con carteles en mano que decían “Driver’s Licenses now”, “Licencias para todos”, “Luchando creando, poder popular”, y “¿Qué queremos? Licencias”, Omar Contreras, Rolando Oliva, Carlos Chang, Amparo Bonilla, Alicia López, Yanuario García, entre muchos otros activistas del movimiento COSECHA de diferentes ciudades de Massachusetts, tuvieron la oportunidad de alzar su voz y pedir a los legisladores su apoyo.  

Desde el viernes 17 de julio que decidieron montar campamento en las afueras de la Casa del Estado, Omar Contreras y Rolando Oliva decían que habían logrado avanzar y conseguir el apoyo de 67 legisladores que “es un gran triunfo”, pero no fue suficiente.  

En una lucha que lleva ya 15 años consecutivos para que se les dé licencia de conducir a los inmigrantes sin papeles, Contreras afirma que “como nunca antes, nuestra ley tenía toda la garantía de ser aprobada”. Sin embargo, nada de eso pasó. Ahora tendrán que esperar hasta septiembre.  

Gran apoyo 

Diversas organizaciones locales, Iglesias y sindicatos de trabajadores se sumaron a las acciones de COSECHA, un movimiento proinmigrante que tiene impacto nacional, con el fin de aumentar el apoyo a la enmienda de la licencia de conducir de los Representantes estatales Barber y Farley-Bouvier al proyecto de ley de reforma policial (S.2820), una ley que tiene como fin reformar los estándares policiales y cambiar los recursos para construir, según los activistas, “una comunidad más equitativa, justa y que valore la vida de los negros y de las comunidades minoritarias”.  

“Nuestra propuesta de ley de Movilidad Laboral y Familiar no fue incorporada en ese grupo de leyes, pero nosotros a través de una enmienda y con el apoyo de abogados logramos que sea tomada en cuenta y 40 legisladores avalaron la enmienda y le dieron iniciativa de ley”, explica Oliva. Sin embargo, fue sacada del tablero. 

Como no había sido admitida como enmienda en la propuesta de reforma policial, la Ley de Movilidad Laboral y Familiar entró dentro de la reforma económica. “Vamos a lograr que se apruebe”, decía Contreras antes de ser desembarcados. “Ahora tendremos que esperar hasta septiembre y vamos a conseguir el apoyo de más legisladores”, anota. 

Testimonios de dolor  

Desde que se presentó la propuesta de ley para dar licencia de conducir a los inmigrantes sin papeles, han sido muchos los testimonios de dolor de familias que han enfrentado detención, separación familiar y deportación por conducir sin licencia.  

“Ahora se hace más urgente aprobar esta legislación cuando los inmigrantes corren el riesgo de estar expuestos al coronavirus, negarles una licencia es condenarlos a utilizar un transporte público inseguro no solo para los trabajadores sino para sus familias”.  

“Estamos aumentando la posibilidad de transmisión del COVID-19 y empeorando la confianza entre los residentes de color y latinos y la policía”. 

Ganancias para el estado  

Si los legisladores daban la licencia de conducir a los indocumentados, el estado hubiera tenido un ingreso de 426 millones de dólares de entrada. «Con el endeudamiento que tienen por la pandemia, sería de un gran alivio para el gobernador Baker”, apunta Oliva.   

Las últimas estimaciones conservadoras sugieren que alrededor de 185,000 inmigrantes indocumentados viven en Massachusetts. Si los legisladores estatales aprueban la ley, se estima que entre 41,000 y 78,000 obtendrían una licencia de conducir dentro de los primeros tres años de implementación. De esos 185,000 inmigrantes sin papeles, 16,000 arriesgan sus vidas diariamente trabajando en hospitales, supermercados y otros trabajos de primera línea.  

“Los inmigrantes indocumentados estaríamos contribuyendo con el estado en estos momentos de crisis por el COVID-19”, apunta Contreras que es un inmigrante salvadoreño con muchos años de activista en East Boston y promotor musical que le permitió crear “Boston, Banda de Paz El Salvador” y luego la Banda Musical Juvenil de Loma Larga, La Unión, El Salvador.   

La voz de un Representante latino  

Marcos Devers, Representante estatal de origen dominicano muy identificado por todas las comunidades inmigrantes, desde un primer momento apoyó la propuesta de ley porque, según sus argumentos, “todos ganamos con eso, la gran mayoría, el 99 por ciento son personas que quieren una mejor calidad de vida para sus familias, pagan sus impuestos y en algún momento quieren ser residentes permanentes y ciudadanos de los Estados Unidos».  

«Ese es el propósito y mientras no se apruebe una reforma migratoria, los legisladores estatales tienen que tomar medidas como otorgar licencias de conducir a los inmigrantes indocumentados que contribuyen a la economía del estado y del país”. 

Los inmigrantes sin papeles agrupados en COSECHA no lograron sus propósitos antes del cierre de la legislatura. Ahora tendrán que esperar hasta setiembre y, según Devers, “va a pasar».