Una nueva ola de inmigrantes llegando a Massachusetts cada día puede aún aumentar en los próximos días poniendo en peligro la capacidad del estado de poder responder la demanda de lugares donde pasar la noche y recibir una ración de alimentos.
Los recién llegados están apareciendo en el aeropuerto Logan, en South Station y en hospitales y centros de salud comunitarios a todas horas.
Los grupos y organizaciones de ayuda a inmigrantes en todo el estado señalan que ya están trabajando a capacidad para ayudar a miles de latinoamericanos y haitianos que siguen llegado a Massachusetts.
“La situación está llegando a un punto de crisis», dijo Yusufi Vali, subjefe de gabinete de la alcaldesa de Boston, Michelle Wu, que está liderando los esfuerzos de la ciudad para ayudar a los nuevos inmigrantes.
“Totalmente abrumados”
Segun Vali, el Boston Medical Center está «totalmente abrumado», por el flujo casi diario de migrantes que vienen a la sala de emergencias en busca de refugio porque no tienen otro lugar adonde recurrir.
“Y lo feo es que la situación puede empeorar pronto”, según activistas luego de ver caer el Título 42, una orden de salud pública implementada por la administración Trump para expulsar rápidamente a los inmigrantes en la frontera. Sin embargo, los números de inmigrantes ingresando a los Estados Unidos aumentaron antes de la finalización de la orden.
Los funcionarios federales se estuvieron preparando durante meses para un aumento esperado de inmigrantes cruzando la frontera una vez que cayó el Título 42. “Se espera que el número de cruces no autorizados en la frontera pueda duplicarse a más de 12.000 al día”, según fuentes de inmigración.
La frontera ahora blindada
El Título 42 expiró justo antes de la medianoche del jueves 11, pero la frontera con México está ahora blindada con agentes, vallas y militares para frenar a los migrantes.
Miles y miles de personas arriesgaron sus vidas para cruzar la frontera, anticipando el fin del Título 42, que desde 2020 ha permitido que el gobierno estadounidense expulse rápidamente a México a ciudadanos de varios países.
Un número récord de personas han cruzado a Estados Unidos en las últimas semanas. Ahora el Gobierno de Joe Biden ha puesto en marcha varias medidas para expulsar lo más rápido posible a quienes no califiquen para asilo.
Las instalaciones de detención de la Patrulla Fronteriza se encuentren al máximo de su capacidad y se ve a inmigrantes, incluidos niños, que se pasean por la frontera estadounidense, reforzada con alambre de púas y soldados, sin saber exactamente a dónde ir ni qué hacer. Otros se instalaron en refugios, decididos a conseguir una cita de asilo, aunque podrían tardar meses en obtenerla.
Inmigrantes bajo custodia
Hay 28,500 inmigrantes bajo custodia, según la Patrulla Fronteriza que ha detenido los números más altos de personas tratando de cruzar hacia Estados Unidos jamás registrados antes del final del Título 42.
Los inmigrantes de diferentes países de América Latina creían que sería más fácil cruzar la frontera y ser admitidos en los Estados Unidos una vez finalizada la orden de salud pública. Los funcionarios habían pintado el peor de los casos de hasta 14,000 ingresos por día.
La administración Biden ha estado instando a los inmigrantes a que no viajen hacia el norte, alegando que serán expulsados si ingresan ilegalmente, pero hasta ahora no parece estar actuando como un elemento disuasorio.
