Isla del Encanto sigue temblando “Puerto Rico nos necesita”

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“La ayuda está llegando, pero en el sur de la Isla que ha sido duramente golpeada por el terremoto hay mucha necesidad”, según nos dice Tony Molina, reportando desde la Isla.

La angustia, la desesperación, el caos y la destrucción son escenas que se repiten a diario en el sur de Puerto Rico, la zona duramente golpeada por el terremoto del 7 de enero. Guánica es uno de los pueblos cuyos habitantes están viviendo en los árboles. “Este es un acto de papá Dios y no voy a criticar al gobierno, pero creo que debe haber más acción para ayudar a los miles de damnificados que no tienen comida ni agua ni electricidad”, dice Tony Molina, conocido activista y veterano puertorriqueño que vive en Boston y quien viajó a Puerto Rico por una tragedia familiar, la muerte de su suegra, para vivir “otra tragedia mayor”, el terremoto del 7 de enero y los temblores que, según anota, “nos siguen azotando a diario”.

“Lo que yo veo es que la gobernadora tiene que ser más eficiente, es mucha la gente que está sufriendo, es terrible lo que se ve a diario”, subraya.

La isla, que fue devastada por el huracán María en 2017, no para de temblar desde finales de diciembre.

Una secuencia de más de 2.000 sismos -el mayor de ellos con magnitud 6,4- ha remecido la zona sur. Según informes oficiales, más de 8.000 personas tuvieron que acudir a refugios, en tanto otro número no determinado se vio obligado a dormir en carpas en las calles, los patios o espacios abiertos por temor a las réplicas.

Guánica registró un sismo de magnitude 5.2, según reportó la Red Sísmica.

Molina ubicado
en Puerto Rico

“Aquí hay mucha necesidad y no se está atendiendo a los damnificados con celeridad, estoy escuchando la radio y la gente empieza a enviar ropa, zapatos, pero lo que se necesita con urgencia son productos para higinie personal, pasta de dientes, cepillos, jabón para bañarse, champú, esas son las cosas que se necesitan. Yo espero que la gobernadora asuma una posición más positiva y ayuda a las personas que están viviendo en casetas, hay muchas casas destruidas”, reporta Molina.

Los servicios de agua y luz de la isla han sido afectados y cálculos preliminares estiman las pérdidas entre los US$110 millones y los US$400 millones.

Pero los cambios que ha experimentado la isla durante las últimas dos semanas no solo se reducen a miles de personas durmiendo en las calles en pánico o casas, escuelas e iglesias derribadas.

Según reveló la NASA, como consecuencia de los temblores, Puerto Rico dejó de verse desde el espacio como se había visto desde que se tienen registros satelitales.

“Estamos viviendo días de angustia, vine con mi esposa para enterrar a mi suegra y nos quedamos con la familia en oración por la Isla que está bendecida por papa Dios”, según reporta.

“Lo que más me angustia es el caso de las monjitas católicas de Guayanilla que lo han perdido todo, se les cayó el techo y están viviendo afuera en casetas. Cuando regrese a Boston voy a programar con la Asociación de Veteranos un evento para recaudar ayuda para las monjitas. Es una pena terrible lo que están pasando”, concluye.