El Barça ya está en los octavos de final, el Atlético está a punto y el Real Madrid tiene muy difícil, por no decir casi imposible, entrar de forma directa pese a su goleada ante el Salzburgo. Tiene plaza segura en la repesca, pero viajará a jugar contra el Brest en la última jornada con un ojo en la calculadora para conocer a su rival en esa ronda de dieciseisavos de la que hoy estaría fuera incluso el Manchester City. El Girona, por su parte, no puede ya ni aspirar a eso. Está fuera de forma matemática.