Hemos perdido a uno de los mejores locutores dominicanos de la radio de nuestros tiempos. Hasta siempre mi querido amigo y hermano en Cristo.
Por Maximo Torres
Editor, El Mundo Boston
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«Hay golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo, no sé! / como del odio de Dios; como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido / se empozara en el alma…” El poeta César Vallejo no podría describir mejor lo que siento. La muerte de un amigo, de otro hermano a quien conocí en los años 90 cuando emigré a Boston para involucrarme en el periodismo, me ha sacudido el alma. Alcibiades Cassó o “El Guatusi de la radio” como gustaba que lo llamen, ya no está con nosotros. Su voz se apagó de la noche a la mañana dejándonos sin esa risa escandalosa, contagiante con la que nos animaba cada día con su programa “El Tropicalísimo de la Tarde”.
Su sorpresiva muerte también golpeó a toda la familia Vasallo que lo llegó a querer en los muchos años que trabajó como locutor en lo que fue primero Radiolandia y después Caliente, dos emisoras radiales que tuvieron su época como uno de los primeros medios de comunicación para la comunidad Latina. Alberto Vasallo Jr. le abrió las puertas para despegar como uno de los grandes locutores dominicanos.
“El Watusi de la radio” era todo un personaje, le gustaba hacer bromas y cuentos y reírse a carcajadas. Así lo conocí en Radiolandia cuando me integré a trabajar como periodista en los medios de comunicación de la familia Vasallo, entre ellos El Mundo Boston. Con Alcibiades Cassó cultivé una gran amistad, guardaba grandes recuerdos de sus inicios como locutor en su país de origen. Siempre decía “soy dominicano hasta la tambora” y hacía uno y mil cuentos de sus paisanos. Su buen humor era inconfundible.
Su personaje de “El Guatusi de la radio” se hizo tan conocido en la comunidad que muchos querían saber cómo surgió, cuál era el origen y recuerdo que con Alberto se hacían cuentos. “Me pusieron ese sobrenombre porque soy un tipo guapo, valiente, chulo” y reía a carcajadas. Con Angel “El Mismo Negro” trabajó en la radio por muchos años, le servía de intérprete con un inglés que él mismo inventaba hasta que falleció hace varios años.
“Lo siento en el alma”, fue lo primero que me dijo Alberto cuando lo llamé para darle la triste noticia. Ya lo sabía, su hijo Alberto Vasallo III, lo había hecho circular por las redes sociales con una foto de Cassó riéndose a mandíbula batiente. “Era una de esas personas con las que uno se llevaba muy bien, me conoció desde muy joven y aprendí a estimarlo”, dice.
Cassó jamás se despegó de la radio, en Boston. Cuando desapareció Radiolandia pasó a formar parte de Caliente del mismo Vasallo. Allí estuvo por otros largos años hasta que comenzó con Eduardo Guerrero, también locutor dominicano, un nuevo proyecto radial para luego crear su propio programa que bautizó con el nombre de “Tropicalísimo de la Tarde”.
Con su propio proyecto en la 1300AM sumó más de 30 años en la radio en Boston y supo mantenerse con un variado programa de música, noticias locales, nacionales e internacionales, además de las noticias insólitas, y una comunicación directa y sabrosa con el público.
Cassó logró consolidarse como “El Guatusi de la radio”, el público se divertía con sus intervenciones, con sus opiniones a veces de la política de su país, era muy respetuoso y hasta daba consejos atinados a sus oyentes. Era mi locutor favorito, siempre lo seguí porque despertaba mi buen humor. Ahora ya no estás con nosotros, primero fue “El mismo negro”, ahora se unen en la eternidad para seguir la rumba. Cassó deja un gran vacío en la radio. A lo largo de los años hizo grandes contribuciones a su país, era un hombre extraordinario, tranquilo, siempre tenía un pensamiento positivo en la boca, lo amaba la comunidad y este es un momento de mucha tristeza.
Hemos perdido a uno de los mejores locutores dominicanos de la radio de nuestros tiempos. Hasta siempre mi querido amigo y hermano en Cristo.
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