La columna de Max: Hasta siempre Walsh Alcalde de los inmigrantes

Walsh

MAX

Por Maximo Torres
Editor, El Mundo Boston
[email protected]

Siempre supe que las despedidas son muy tristes y la noche del último discurso de Marty Walsh sobre el estado de la ciudad como el 54o. alcalde de Boston sentí su partida, compartí sus sentimientos y enjugué lágrimas como lo hizo Walsh a quien consideré y llamé, por muchas razones, “el alcalde de los inmigrantes”. Desde el inicio de su gestión y desde mucho antes, Walsh siempre se identificó con los que vienen en búsqueda de sueños a Boston o a cualquier otra parte de Massachusetts o de los Estados Unidos. Como hijo de inmigrantes siempre tuvo a flor de labios una frase que lo repitió muchas veces y que la hice mía: “la justicia y las oportunidades son para todos”.

En sus 7 años como alcalde, Walsh supo ganarse el corazón de los residentes de Boston por su amor, por su entrega sin condiciones a la ciudad que, según dice, “acogió a mis padres inmigrantes. Esta es la ciudad que me recogió cuando necesitaba una segunda oportunidad. No voy a ir solo a Washington. Llevo a Boston conmigo. Esta ciudad no es solo mi ciudad natal, es mi corazón. Siempre estaré agradecido”.

Walsh se emocionó hasta las lágrimas, las despedidas son tristes, pero el alcalde se nos va con el corazón de todos los bostonianos para formar parte del equipo de gobierno del presidente ya en ejercicio, Joe Biden. El 8 de noviembre lo había nominado como Secretario de Trabajo de los Estados Unidos, una oportunidad que no podía dejar de lado conociendo sus antecedentes como líder y defensor del movimiento laboral. Como dirigente y luego como jefe del Consejo de los gremios de Obras y Construcción siempre se mantuvo del lado de los trabajadores para que, según decía, “no les roben a esas familias el sueño de un salario justo y la jubilación segura que merecen”.

Con Walsh tuve la oportunidad de estar en diversos escenarios, cubrí muchas de sus actividades y una de las que aún recuerdo con cariño fue en Fenway Park, el tradicional estadio de los Medias Rojas de Boston, donde tuvo la deferencia de acercarse para saludar a mi familia en el Latino Family Festival de El Mundo Boston. Mis hijas y nietos se sintieron muy identificados con el alcalde que fue elegido en el 2013 y reelegido en el 2017 siguiendo los pasos al desaparecido Tom Menino, cinco veces alcalde de la ciudad. Walsh pudo haber superado el récord de Menino.

Ahora el 12 de enero quedará marcado como su último discurso sobre el estado de la ciudad, en el que puso especial énfasis en la resistencia y la fuerza de las comunidades de Boston durante la pandemia del COVID-19. «En el 2021, Boston se levantará de nuevo. No dejaremos a nadie atrás. Y nuestra ciudad será más fuerte que nunca, pero la recuperación no será fácil. El virus estará con nosotros durante gran parte del año» según dijo, rindiendo homenaje a los 1,060 bostonianos perdidos por la pandemia.

Otro de sus grandes desafíos ha sido reconocer y desmantelar el racismo sistémico, entendiendo que esta “es nuestra obligación moral más profunda y es nuestra mayor oportunidad de crecimiento”.

En el 2020, Walsh declaró el racismo como una crisis de salud pública y comenzó a trabajar en un plan de equidad para acabar con las disparidades.

Con la pandemia del coronavirus siempre estuvo allí para brindar apoyo a las comunidades más afectadas de Boston. Nunca escatimó esfuerzos y según un estudio nacional publicado en el New York Times, Boston es la ciudad mejor preparada para regresar con fuerza del COVID-19.

«Quiero decirles unas palabras a los propietarios de pequeñas empresas. Ustedes son el alma de nuestra economía y sacrificaron tanto por la seguridad de nuestra ciudad. Nunca lo olvidaré». Y la comunidad inmigrante tampoco te olvidará. Suerte Walsh y hasta siempre alcalde de los inmigrantes.

Sigamos cuidándonos.