La Columna de Max: ¿Jugando con la muerte?

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Por Máximo Torres

El coronavirus “no es un juego”, escuché decir muchas veces a José Ríos, un reconocido comunicador de “Radio México” que se difunde por la 1600AM., pero algunos disparatados cuando se difunden noticias como lo que pasa en East Boston o Lynn por el rebrote del COVID-19 dicen por las redes sociales que “es política”, que “es amarillaje” y que “no le hagan caso a la prensa”. Tremendo disparate, el coronavirus ha devuelto al hospital a José Ríos por múltiples complicaciones y se ha llevado a la tumba en Massachusetts a más de 9,000 personas y ha causado sufrimiento a casi 130,000. A nivel de todo Estados Unidos, las cifras superan los seis millones de infectados y las 184 mil muertes.

Pueden ser estos números de la muerte “política o amarillaje”, no seamos imberbes o tan caídos del palto. El coronavirus es una realidad que no se va a ir de nuestros vecindarios por no se sabe cuánto tiempo más y lo único que debemos hacer como buenos ciudadanos es respetar los protocolos y reglas de salud como el distanciamiento social y el uso del tapabocas o mascarillas.

No nos queda de otra, la tan soñada vacuna vendrá después. Los más optimistas creen que ya está cerca y que la tendremos antes de las elecciones de noviembre próximo, los incrédulos dicen que falta mucho y que es posible que la tengamos en los primeros meses del próximo año 2021.

No hay que engañarnos, lo que nos queda es cuidarnos y no incurrir en reuniones o fiestas que pongan en peligro la salud de todos los que estamos siguiendo los protocolos de salud. El reciente ‘Party’ en Dorchester con cientos de personas, algunos dicen miles, podría ser el próximo “Biogen”, la reunión de la compañía de biotecnología en Boston que dejó 20,000 infectados al inicio de la pandemia.

La policía bien gracias, no intervino para evitar la reunión pese a que, según la ex senadora Dianne Wilkerson, los oficiales electos y los custodios del orden habían sido advertidos de esta tamaña fiesta COVID que reunió a cientos de personas, muchas de ellas sin máscaras ni respetando el distanciamiento social.

¿Por qué no intervino la policía? ¿Por qué las autoridades lo permitieron? ¿Se debe a que muchos de los asistentes a la fiesta de Dorchester eran negros o latinos? Son preguntas que se hacen muchas personas considerando que Dorchester es uno de los vecindarios de Boston con una mayoría de residentes de color.

El gobernador Charlie Baker dice que la policía intervino y que disolvió a los fiesteros, la ex senadora Wilkerson señala lo contrario y que los oficiales que asomaron la cabeza fueron objeto de burla, de escupitajos y de acoso. ¿Será posible tamaño despropósito? El alcalde de Boston, Marty Walsh, no se ha referido a la fiesta de Dorchester, aunque ha sido muy claro al criticar a quienes ven el coronavirus como un relajo, especialmente a los jóvenes que, hasta ahora, no obstante, las advertencias de salud pública, siguen desafiando a este odioso y malhadado coronavirus.

¡Sigamos cuidándonos!