
Por Maximo Torres
Editor, El Mundo Boston
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Después de años de vivir en la sombra y en medio de una pandemia que nos sigue golpeando sin piedad hay un final feliz para millones de inmigrantes Indocumentados
Se puede saltar de alegría en medio de esta pandemia del coronavirus que nos sigue agobiando, hay mucho para celebrar por lo que están viviendo hoy en día millones de inmigrantes sin papeles. “Todo esto nos llena de esperanza”, me decía Sonia con una gran sonrisa. El presidente Joe Biden cumplió con la promesa que hizo durante su campaña con la presentación en el Congreso del proyecto de ley que abre el camino a la legalización de 11 millones de indocumentados.
“Este es un proyecto de ley que restaurará la humanidad y los valores estadounidenses en nuestro sistema de inmigración, mantendrá unidas a las familias, hará crecer nuestra economía y administrará nuestras fronteras con eficacia”, según dicen el Senador Bob Menendez y la Representante Linda Sánchez luego de presentar la “Ley de Ciudadanía de los Estados Unidos”.
La alegría se ve, se siente en muchos de nuestros distritos de Boston donde vive una gran población inmigrante o en ciudades como Lynn, Salem, Lawrence, Brockton, Framingham, Milford, Worcester, entre otras. Las vivencias son muchas, los testimonios también.
Cuando las leyes antinmigrantes del presidente Trump golpeaban la cara de los millones de indocumentados, una inmigrante de origen peruano que había logrado hacer empresa en Lawrence y New Hampshire salió a la luz pública en una iglesia de Cambridge para revelar su condición migratoria con una frase que se leía en un cartel: “soy indocumentada, pero no incapacitada”.
Sonia Terbullino se convirtió en un símbolo de las mujeres sin voz, sin papeles. “Tuve miedo a la migra muchas veces y hubo un momento que decidí regresar a mi país dejando todo lo que había levantado con mis manos”, me dijo en una ocasión, pero contra viento y marea decidió quedarse.
Desde que emigró del Perú, Sonia Terbullino comenzó vendiendo “sandwich” al estilo peruano en plena calle cuando despuntaba el sol y la gente salía a trabajar. Lo hizo por un buen tiempo para luego abrir su primer negocio “My Little Perú” en el corazón de Lawrence, una ciudad con más del 80 por ciento de comunidad inmigrante. “Es la ciudad del merengue, de la bachata por la gran población dominicana, pero nosotros también nos impusimos con nuestra música andina”, dicen los creadores de APU (Asociación de Peruanos Unidos) en Lawrence.
Como indocumentada, Sonia creó “Manos en Acción”, una organización sin fines de lucro, para ayudar a inmigrantes sin papeles a abrirse paso para incursionar en el mundo de los negocios.
Su testimonio es un ejemplo de vida, de superación. “Los inmigrantes no venimos a vivir de la caridad pública como muchos piensan, sino a buscar un futuro mejor con trabajo, con esfuerzo”. Sonia Terbullino que abrió luego su segundo negocio en el Flea Market de Salem representa a una comunidad inmigrante indocumentada que ha sabido salir adelante. Esa es nuestra comunidad, trabajadora, pujante y que busca progresar. Hay malos y deshonestos como en cualquier sociedad, pero la mayoría de inmigrantes sin papeles merece abrigar el sueño americano. Va a ser paso a paso y va a llegar finalmente la residencia a tus manos
Ya ha habido muchos intentos fallidos por lograr una reforma migratoria integral, pero ahora con mayoría demócrata en el Senado Biden va a cumplir su promesa de campaña con un proyecto de ley que será progresivo y fragmentado. Lo importante como dice en su portal de Facebook MIRA Coalition de Boston: “Es un gran paso hacia la mejora de nuestro sistema de inmigración disfuncional”.
¡Sigamos cuidándonos!