Por Max Torres
El COVID-19 le ha marcado el rumbo a unas elecciones presidenciales por demás inéditas en los Estados Unidos. “¡Vota! ¡vota!”, me decía María, la tía de Eloy, pero no le hice caso. Veíamos largas filas en el Fenway Park que abrió sus puertas por primera vez en el 2020 como lugar de “votación temprana” o “votación anticipada”, en Boston.
Trump y Biden están en el tablero electoral y ya hay una suerte de electores que han salido a las calles a ejercer su derecho al voto mucho antes de los comicios que se celebrarán el 3 de noviembre. Según los últimos informes, en Massachusetts ya han tomado ventaja del voto tempranero más de 1.3 millones de ciudadanos, al margen de los que ya lo han hecho o lo están haciendo por correo.
La votación temprana termina el viernes 30 de octubre, apenas 72 horas antes del Día de la Verdad. El Fenway Park, la sede de los Medias Rojas de Boston, al igual que otros 50 estadios deportivos en todo el país, serán mudo testigo de unas elecciones que marcarán el rumbo de la nación más rica del mundo y la más golpeada por la pandemia del coronavirus.
Los electores están ejerciendo su derecho al voto, unos por correo, otros tomando ventaja de la votación anticipada en la tercera base del Fenway que sirvió esta vez no para el juego del béisbol que tanto nos apasiona sino para votar dentro del estadio más antiguo de la MLB. No sería honesto si les digo que no me animó María lo suficiente para votar en Fenway Park, si lo hizo, pero yo tenía fijado entre ceja y ceja votar el 3 de noviembre, no antes y ni siquiera por correo. Las razones salen sobrando.
«Votar es una de las mejores formas de apoyar y defender los problemas y las políticas que valoramos”, según decía el presidente y director ejecutivo de los Red Sox, Sam Kennedy, al abrir el estadio para que los residentes de Boston emitan sus votos. Razones suficientes como inmigrantes para ejercer nuestro valioso derecho al voto que asumimos cuando juramos bandera como nuevos ciudadanos norteamericanos. Nos toca a todos salir a votar pese a estar azotados por la peor pandemia de nuestras vidas.
Massachusetts está ahora en “rojo”, pero ese no es el destino que queremos. Valoramos la democracia y la libertad de esta gran nación que nos acogió y que estoy seguro vamos a defender con nuestro voto. “Joe Biden es el ganador”, según todas las encuestas. Ya hay millones de votos en las urnas en la denominada “votación temprana” que comenzó el 17 de octubre y que, según sus partidarios, deja a Trump con la suerte echada y con menos representación en el Congreso, es decir que los republicanos perderían escaños en la Cámara de Representantes y en el Senado.
Pero sus partidarios no piensan lo mismo y creen a pie juntillas en el triunfo del presidente Trump que lo lleve a gobernar cuatro años más. Según Stephanie Valencia, presidenta de Equis Research, que se enfoca en los votantes latinos, hay una suerte de electores latinos moviéndose hacia Trump.
“La tendencia – los hombres se mueven hacia la derecha y las mujeres hacia la izquierda – también está ocurriendo en otras democracias de altos ingresos, por una mezcla complicada de razones, como explica Eric Levitz en la revista New York”.
Las elecciones están a la vuelta de la esquina y la verdad también, aunque todo parece indicar que tendríamos que esperar más de la cuenta para conocer los resultados oficiales por las votaciones por correo que tardarían en contarse 2, 3 ó 4 días más, según los entendidos. Nos va tocar esperar. Sigamos cuidándonos.
