Si bien está pendiente la aprobación de Tom Brady como propietario parcial de Las Vegas Raiders, se verá obligado a cumplir con restricciones severas y únicas en su doble función como comentarista de Fox. A Brady no se le permite estar en las instalaciones de otro equipo, presenciar las prácticas y mucho menos asistir a reuniones de producción de transmisiones, ya sea en persona o virtualmente. Aparte de las restricciones de acceso, Brady está sujeto a otras políticas de la liga aplicables y comunes a otros propietarios.