- “David querido, Boston está contigo” fue lo que retumbó cuando David Ortiz fue exaltado oficialmente como uno de los grandes del béisbol en Cooperstown. David Ortiz es el cuarto dominicano exaltado al Salón de la Fama.
- El Mundo Boston estuvo en medio de toda esta memorable celebración y transmitió en vivo y en directo.
En medio de vivas, hurras y gritos cariñosos de «David querido, Boston está contigo», David «Big Papi» Ortiz fue exaltado oficialmente al Salón de la Fama de Cooperstown, convirtiéndose en el cuarto dominicano que ingresa al templo de los inmortales.
«Fue un día fantástico para todos los latinos, especialmente para los dominicanos», dijo Junior Pepén, conductor y director del programa radial «Conversando de Deportes» que promovió la participación de los inmigrantes de todas las razas y culturas a un evento que quedará para la historia. Unas 220 personas salieron de Boston en 4 buses repletos para estar en la exaltación de Big Papi al Salón de la Fama.
Considerado como uno de los grandes del béisbol, Ortiz jugando para los Red Sox fue artífice de tres campeonatos, el primero en 2004 cuando el equipo de los Medias Rojas rompió el hechizo de 86 años de no figurar entre los primeros.
«Se vivieron momentos inolvidables con ‘Big Papi’, uno de los peloteros dominicanos que hizo historia en el béisbol», anotó Pepén.
El Mundo Boston estuvo en medio de toda esta memorable celebración y transmitió en vivo y en directo por nuestras redes sociales todas las incidencias con Alberto Vasallo III, presidente ejecutivo de esta casa editora, quien se unió a la caravana de latinos.
«Cambió la historia»
Es la cuarta vez que «Conversando de Deportes», un programa radial de gran sintonía, lleva al Salón de la Fama a cientos de aficionados latinos al béisbol. La primera vez fue el 2015 cuando fue exaltado Pedro Martínez, la segunda vez con Vladimir Guerrero y ahora con David Ortiz, quien cambió la historia de los años 2000 y 2010 del béisbol estadounidense y abrió la gloriosa etapa del ‘Big Papi’ en Boston
El Salón de la Fama de Cooperstown reconoce a los principales jugadores, coaches, gerentes, periodistas, narradores, dueños, etc., que hayan aportado y destacado al béisbol de las Grandes Ligas.
Fecha imborrable
El domingo 24 de julio ya quedó grabada como una fecha imborrable en el corazón de los aficionados de la pelota. Ese fue el día en el que David Américo Ortiz se robó los corazones de miles de personas que acudieron a Cooperstown a presenciar su exaltación al Salón de la Fama del Béisbol.
“Pa’ que mi gente me entienda, todo esto viene del corazón”, dijo el Big Papi en español en el inicio de su discurso. “Mi gente en la República Dominicana, ´Ke Lo Ké´”.
Dominicanos de Boston, Lawrence, Salem, Worcester, Cambridge, Nueva York, e incluso de Quisqueya, viajaron hasta el templo de los inmortales para acompañar al astro de los Medias Rojas de Boston.
La cara de Big Papi por todos lados
“Nosotros venimos desde Salem a hacerle honor a quien honor merece. A David lo consideramos la cara de los dominicanos en Massachusetts”, dijo el activista comunitario Yoleny Ynoa.
Ciertamente la cara del Big Papi estaba por todos lados plasmada en franelas, afiches, fotos, carteles e incluso tatuajes de aficionados que viajaron por extensas horas para ser parte de este momento histórico.
Los colores blanco, rojo y azul transformaron a un pequeño pueblo, en una pequeña República Dominicana, y es que la bandera Quisqueyana adornó las calles de la comunidad neoyorquina.
Big Papi emocionado
“La República Dominicana, mi tierra. La tierra que me vio nacer, muchas gracias, por su gente, que me ha tratado siempre como uno de sus hijos favoritos y me ha brindado su apoyo, paso tras paso a lo largo de mi carrera. Gracias por su música, que me ha llenado de vida, alegría y sabor todos los días”, comentó Ortiz.
Música que llenó de algarabía cada esquina de Cooperstown, y es que durante todo el fin de semana, los residentes y visitantes bailaron al ritmo de la güira y la tambora.
Pero no solo los latinos llevaron la alegría y la pasión a Nueva York, estadounidenses también se trasladaron hasta el Salón de la Fama para disfrutar del fin de semana memorable. Unos de tantos eran una pareja de Methuen que tiene 48 años de matrimonio, y desde el 2004 son fieles seguidores de Ortiz.
Gran aficionada de Big Papi
“Soy una gran aficionada de Big Papi. Crecí en una casa donde siempre esperaban al próximo año para lograr un campeonato hasta que Ortiz llegó para cambiarlo”, dijo Barbara Donaghue.
Es importante destacar que el dominicano fue un jugador promedio en Minnesota durante sus primeros seis años en las ligas mayores, hasta que se transformó en “Big Papi” con el uniforme de los Red Sox, ayudando al conjunto a ganar tres campeonatos de Serie Mundial en un tramo de 10 años (2004, 2007 y 2013), incluido el de 2004 que rompió la racha de 86 años sin alzar un trofeo de la Serie Mundial para la histórica franquicia.
“Nos sentimos muy orgullosos de ti, de tu trabajo, y la República Dominicana muy exaltada contigo”, ese fue el mensaje que le envió Waldo Valenzuela, de Jamaica Plain, al Big Papi.
“Gracias a Estados Unidos desde el fondo de mi corazón por recibirme con los brazos abiertos y darme la oportunidad de desarrollarme y cumplir mis sueños y más. Gracias”, destacó Ortiz.
Otras exaltaciones
Durante el homenaje también se celebraron los ingresos al Salón de la Fama de los cubanos Tony Oliva y Minnie Miñoso.
Oliva, el primer latino de color que jugó en las ligas mayores, fue un ocho veces Todos Estrellas que ganó tres títulos de bateo y dos campeonatos de la Serie Mundial y tuvo promedio de .304 en 15 temporadas con los Minnesota Twins, entre 1962 y 1976.
“Me siento tan agradecido y feliz por estar aquí. Me gustaría agradecer a todas las personas que me abrieron las puertas en Minnesota. Minnesota es mi hogar”, dijo Oliva.
“Quiero agradecer a todos mis compañeros. De no haber sido por mis compañeros y mis coaches, no estaría aquí hoy con ustedes”, agregó.
Miñoso, quien falleció en 2015 a los 90 años de edad, accionó por 20 campañas en Grandes Ligas (incluyendo cuatro en las recientemente integradas Ligas Negras), donde bateó .299, fue convocado a 13 Juegos de Estrellas y conquistó tres Guantes de Oro. En 1947, Miñoso fue parte de los New York Cubans que ganaron el campeonato en la Negro National League II.
Con Ortiz, Oliva y Miñoso, aumenta a 14 la membresía del club de peloteros latinoamericanos que alcanzan el Salón de la Fama por el desempeño en los diamantes de Grandes Ligas.