Por Max Torres
Juan Aurelio López o Juan López como gusta que lo llamen es toda una institución en Boston. Cubano de los buenos dedicó su vida al servicio de los demás no solo trabajando en el Concejo metropolitano de Boston en diferentes posiciones de liderazgo sino en organizaciones que prestigian a la comunidad como LULAC. Con Juanito como lo llamo cariñosamente he compartido una amistad de muchos años y me sentí orgulloso como latino por la aclamación que le dieron en el pleno del Concejo por sus más de cuatro décadas de trabajo para la ciudad de Boston. López se despidió como uno de los grandes historiadores de esta gran metrópoli al poner fin a su carrera de 46 años ocupando diferentes cargos con cuatro alcaldes y la actual alcaldesa Michelle Wu que lo sorprendió entregándole un letrero con el nombre de «Juan López Way».
Fue una de esas ceremonias históricas en las que concejales electos y exconcejales se unieron para elogiar y ensalzar el trabajo de «guía y orientador» de los que llegaban al Concejo sin mayores conocimientos prácticos. La misma alcaldesa Wu reconoció que cuando llegó por primera vez como concejal electa recibió la más calidad bienvenida de Juan López. Muchos de los exconcejales compartieron sus historias, sus comienzos y el apoyo que recibieron de López, un inmigrante cubano que comenzó a trabajar en el Concejo con el entonces alcalde Kevin White y siguió con Raymond Flynn, Thomas Menino, Marty Walsh y ahora último con la alcaldesa Wu. Se va del Concejo de Boston uno de los grandes amigos que por sus venas corre sangre latina.
Su amor por su gente lo demostró muchas veces mientras participaba como líder y activista en diferentes organizaciones comunitarias, lo vi ayudar a familias inmigrantes y criticar al régimen Castrista que destruyó su país y a los movimientos populistas e izquierdistas que hacen tanto daño a nuestros países de América Latina. En su programa «Política Entre Amigos» que se transmite por Cuencavisión compartí escenario varias veces para hablar de lo que pasa en nuestros países por la corrupción, la criminalidad y el desgobierno. En su programa televisivo le daba tribuna a todos.
Juan López, enamorador de la vida y de las mujeres, jamás lo vi disgustarse. Apacible y con un carácter propio de los Dioses, ha sabido mantener a lo largo de más de 40 años en el Concejo una relación de amistad con todos. Muchos lo consideran la enciclopedia porque siempre estaba listo para orientar y ayudar a los que llegaban a desempeñar diferentes posiciones en el cabildo metropolitano o de visita. «Fue mi guía y tutor cuando recién llegue como concejal electo», decía el exconcejal Josh Zakim. Quien también lo llenó de elogios fue la exconcejal y ahora magistrada Maura Hennigan, al igual que el ex representante estatal Jeffrey Sánchez a quien lo vio crecer y le sirvió de inspiración para trabajar en el Concejo con el desaparecido alcalde, Tom Menino.
A lo largo de su carrera como funcionario del Concejo, Juan López siempre estuvo del lado de la comunidad, involucrándose en diversas luchas. Estuvo en LULAC como una de sus figuras principales, siempre hablando a favor de los inmigrantes.
Desde que emigré a Boston hace más de 30 años mantuve una relación de amistad con Juanito, apoyándolo en sus diversas actividades y como retribución varias veces promovió a nivel de la Ciudad para que el Concejo en pleno me otorgue sendos reconocimientos por mi trabajo no sólo como periodista y editor de El Mundo Boston sino como Presidente de la Comunidad Peruana Americana (COPEA). «Tu nombre debe figurar en el Concejo como uno de los grandes de Boston», me decía con su noble corazón.
¡Sigamos cuidándonos! La vacuna salva vidas.
Maximo Torres
Editor, El Mundo Boston
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