¿Quién para a los que se creen con derecho a desinformar, a criticar o destrozar a quienes piensan diferente o no creen que la vacuna salva vidas?
Por Maximo Torres
Editor, El Mundo Boston
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Cada vez es mayor el escándalo, las manifestaciones molestosas en un vecindario de Boston o de Massachusetts donde vive un político que se ha ganada a pulso los elogios de toda una comunidad como la alcaldesa Michelle Wu. No obstante, los éxitos de su gestión Wu ha sido blanco de ataques por los antivacunas por el mandato de vacunas a los trabajadores de la ciudad o el rechazo predecible contra las políticas de comidas al aire libre.
La alcaldesa Wu ha tenido que soportar las expresiones molestosas de un grupúsculo de antivacunas que casi a diario montaba guardia frente a la puerta de su casa para no solamente atacarla con insultos racistas sino molestar con sus ruidos y matracas a todo un vecindario, además de comentarios negativos en las redes sociales.
Los antivacunas han recurrido a ataques por demás deleznables contra la alcaldesa montando todo un teatro de mentiras poniendo en dudas su salud mental y su capacidad para liderar la ciudad. La desinformación es su mejor herramienta para desprestigiar y crear reacciones en línea con informaciones maliciosas. El daño, la ofensa se ha multiplicado en las redes sociales y la pregunta que se hacen muchas personas es ¿qué buscan? cuando una mayoría de residentes de Boston cree en el excelente trabajo que está haciendo la alcaldesa Wu en los meses que lleva al frente de la ciudad de Boston.
Wu es la primera mujer, hija de inmigrantes, que lidera la ciudad de Boston en más de 200 años, y en los meses que lleva al frente de la ciudad ha trabajado en favor de los que menos tienen que han sido doblemente afectados por la pandemia del COVID-19. Su preocupación se ha centrado también en los pequeños negocios propiedad de mujeres y de inmigrantes de las diferentes razas y culturas.
De allí que toda esa narrativa espuria, tendenciosa de los antivacunas y de los que critican su mandato no debe ser tomada en cuenta porque la alcaldesa Wu ha demostrado ser una persona transparente, diáfana y con un amor por Boston por todos sus residentes. No debemos tomar en cuenta las falsas acusaciones que buscan desacreditar su gobierno municipal.
Paola García, una de las activistas colombianas más reconocidas en la comunidad por su trabajo con envejecientes a través de Tufts Health Plan, me decía: «Michelle Wu va a marcar historia como la mejor alcaldesa de la ciudad por su amor a la comunidad y porque ha rescatado a las mujeres que han estado largamente desacreditadas. Son muchas las mujeres que están ahora en el gobierno».
“Cuestionar la salud mental de la alcaldesa Wu es un ataque directo a su fortaleza como líder”, dice Amanda Hunter, directora ejecutiva de Barbara Lee Family Foundation, que estudia y trabaja para promover a las mujeres en la política.
Las manifestaciones afuera de su casa en las primeras horas de la mañana provocaron el malestar de sus vecinos, por lo que propuso al cabildo metropolitano una ordenanza para fijar las horas de protesta de 9:00 de la noche a 9:00 de la mañana lo que consideró justo, pero concejales de diversas tiendas, incluso latinos, se opusieron porque, según dicen, atenta contra el derecho a la libertad.
Algo que considero deleznable y fuera de todo derecho a defender la privacidad de cualquier hogar. Los antivacunas no son dueños de la verdad ni los omnipotentes con derecho a maltratar a las personas que creen que la vacuna salva vidas. «Wu está bien, no ha sido llevada a ningún hospital y lo que dicen sus opositores son solo patrañas», según dicen personas allegadas a su gobierno. Nadie puede poner en duda su trabajo como alcaldesa de Boston.
¡Sigamos cuidándonos! La vacuna salva vidas.
