Más de 1000 trabajadores de las Escuelas Públicas de Boston (BPS por sus siglas en inglés) se ausentaron a sus labores el martes, justo en momentos cuando el estado batalla contra un gran incremento de casos de COVID-19.
Oficiales de BPS informaron que de los más de 1000 empleados, 461 son maestros y 52 conductores de transportes escolares.
La presidenta del Sindicato de Profesores de Boston, Jessica Tang, le dijo al Boston Globe que la mayoría de las ausencias estaban relacionadas a COVID-19.
Por su parte, la superintendente escolar, Breanda Cassellius, aseguró que están evaluando los problemas de salud, así como la posible carencia de personal, pero detalló que hasta ella podría dar clases en caso de ser necesario.
«Tenemos a nuestro equipo de la oficina central, quienes muchos tienen licencia para enseñar, incluida mi persona. Si tengo que ir a un salón, estoy dispuesta a hacerlo, pero nuestra meta es que las clases sigan siendo en persona», comentó Cassellius.
