Michael Cox, nuevo Comisionado de policía de Boston

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Michael Cox, de 57 años, prestó juramento como comisionado de policía en el Ayuntamiento, reanudando su larga carrera policial en Boston después de tres años como jefe en Ann Arbor. Regresa con un claro mandato de cambio de la alcaldesa Michelle Wu para transformar un departamento azotado por escándalos y sin líder permanente desde hace más de 16 meses.

Cox está muy lejos de la noche de invierno de 1995, cuando un grupo de oficiales lo golpeó hasta dejarlo inconsciente en una aparente confusión. Por ese entonces, Cox era un joven oficial vestido de civil en la unidad de pandillas. El ahora Comisionado de policía lo recordó con dolor.

El plan era esconder el ataque debajo de la alfombra y amenazarlo para silenciarlo, pero decidió demandar al Departamento de Policía por violar sus derechos civiles y finalmente ganó un acuerdo de $1.3 millones con la ciudad.

Una historia de ascensos

Al comenzar su mandato como comisionado, Cox dejó en claro que ni el ataque ni sus consecuencias lo definen a él ni a su agenda. Si bien defender su posición contra el departamento lo ayudó a ser «resistente», dijo, fueron las décadas que pasó subiendo de rango las que lo prepararon para liderar la fuerza de Boston.

A partir de 2005, Cox se desempeñó como superintendente adjunto y luego como superintendente en numerosas oficinas, supervisando operaciones, asuntos internos y análisis forense.

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Alcaldesa Michelle Wu con el nuevo Comisionado de la Policía de Boston, Michael Cox.

Líder tranquilo y reflexivo

Muchos de los que conocen a Cox desde hace años lo describen como un líder tranquilo y reflexivo, más propenso a generar consenso en silencio que a pregonar las fallas del departamento.

“Es posible hacer varias cosas a la vez, pero necesitas reunir un buen equipo para hacerlo”, dijo. “Según mi experiencia, si tratas de hacer cambios efectivos y duraderos en 10 áreas diferentes, no terminas haciendo bien ninguna de ellas”.

Cox dijo que generar confianza con las bases, aunque sea de manera incremental, será fundamental para su éxito.

«Vamos por el cambio»

“Cuando las personas escuchan la palabra cambio, no se asustan del cambio en sí, sino de todas las cosas que asocian con el cambio: la fuerza, la incomodidad y el castigo”, dijo. “Es realmente importante que tengas cierto éxito al principio al mostrarles pequeños cambios, para que puedan ver que no es tan malo”.

Desde mayo de 2009 hasta enero de 2012, como comandante de la división de asuntos internos del departamento, Cox supervisó todas las investigaciones internas sobre mala conducta policial. Cox asumió ese cargo en la época en que el ex comisionado Ed Davis promulgó una nueva política según la cual cualquier oficial que mintiera sería despedido.

Davis dijo que Cox apoyó esa política y vio a Cox como una buena opción para el papel, en parte porque “después de todo lo que ha pasado en la policía, tenía una muy buena idea de por qué era importante tener un proceso sólido de asuntos internos”.

“Despedí oficiales, y eso también sucedió [en Ann Arbor] porque la disciplina es parte del trabajo. Ya sea por llegar tarde al trabajo o por cosas más graves, esta no es una atmósfera en la que llegas y puedes hacer lo que quieras”, dijo Cox.