Lo que se esperaba. Michelle Wu, la primera concejal At-Large de padres taiwaneses, se coronó como ganadora de las elecciones primarias con más del 40% de los votos dejando a sus ocasionales rivales muy por debajo de las expectativas.
Sorpresivamente, la concejal Annissa Essaibi George que no figuraba entre las favoritas se ubicó en segundo lugar con el 23% de la votación seguida muy de cerca por la concejal Andrea Campbell, con el 21% de los votos. La alcaldesa interina Kim Janey se ubicó en cuarto lugar con el 10 por ciento de los votos
Wu no ocultó su felicidad por el triunfo, expresando a sus seguidores «vamos avanzando hacia las elecciones generales» para la contienda por la alcaldía de Boston.
Por primera vez dos mujeres de padres inmigrantes le darán un cambio radical a Boston con respecto a la serie ininterrumpida de hombres blancos elegidos alcaldes en los primeros 200 años de la ciudad.
Los votantes emitieron sus votos en una elección preliminar de alcalde que seleccionará a dos contendientes de un campo de cinco candidatos principales, todos los cuales son personas de color, cuatro de ellas mujeres. Los dos ganadores se enfrentarán entre sí el 2 de noviembre, marcando el comienzo de una nueva era para la ciudad que ha luchado con problemas raciales y étnicos.
Entre aplausos proclaman victoria de Wu
Entre aplausos y voces de victoria llegó Michelle Wu al corazón del vecindario de Roslindale e inmediatamente fue presentada por la Concejal Lydia Edward de East Boston, quien enfatizó que llegó el cambio a la ciudad de Boston.
Luego entre gritos y voces de los seguidores y su equipo de campaña, Wu se dirigió a los presentes y hacia la gran batería de periodistas y medios de prensa a quienes dio las gracias y dijo «esta es nuestra ciudad y todos necesitamos una oportunidad», señalando que quien ocupe la posición tiene que mirar a todos los sectores y que el futuro tiene que ser placentero y de oportunidades a nuestros hijos y a los jóvenes emprendedores.
Además señaló el problema de la vivienda que tiene que enfrentarse para evitar que los residentes de la ciudad se vayan a otros lugares. Habló de oportunidades para todos y crear una ciudad inclusiva donde los residentes tengan los servicios que se merecen.
Faltan 45 días para concluir el trabajo y dio gracias a su esposo, familiares y los cientos de voluntarios entre estudiantes, profesores, profesionales y personas del pueblo que creen en su propuesta.