Mirando la selva del Perú

Combatiendo el cambio climático con nueva veta
de negocios verdes

31 LaSelvadelPeru

Por Luis Grados

Una nueva veta de riqueza, esta vez vegetal y no mineral, empezó a explotarse en la selva peruana desde hace dos años, con importantes beneficios para la empresa privada, el país y el planeta.

No solo se trata de un negocio altamente rentable en un futuro muy cercano, sino también combate el cambio climático, genera bonos de carbono, reforesta tierras depredadas y da trabajo a los pobladores de la zona.

“Estamos hablando de la caoba y el palo rosa, especies protegidas que se encuentra en peligro de extinción en el Perú y el mundo entero, por haber sido depredadas durante décadas, con la anuencia y hasta complicidad de malos funcionarios de entidades gubernamentales que deberían haberlas protegido”, dice Luis Grados, presidente de Greentech Amazon.

Enrique Lorente Pastor, ciudadano español afincado definitivamente en Iquitos, Loreto, en el Perú, desde hace casi una década, es el investigador que durante años realizó cientos de pruebas para lograr establecer sus propios protocolos de conservación de semillas, germinación en viveros, sembrado en tierra, aplicación de nutrientes y combate de plagas, sin que en todos ellos se utilice algún elemento químico.

Sus descubrimientos animaron al poderoso grupo español ESSENSIL, con inversiones en construcción, paneles solares, y tecnología de punta, a invertir en 400 hectáreas de tierras, la mayoría depredadas, para sembrar palo rosa y caoba.

José Campos en sociedad con Lorente, fundaron ESSENSIL PERU, una de las tres empresas peruanas que se han dedicado a este rubro. La segunda es FOREST PARADISE, y la tercera es GREENTECH AMAZON, que acaba de sembrar sus primeras 10 hectáreas de caoba, de las 100 proyectadas para el 2023 con el ingreso de nuevos socios.

La caoba se comercializa a partir del tercer año a través de fondos forestales, principalmente de Europa, mientras que, en ese mismo tiempo, se produce aceite de palo rosa extraído de ramas y hojas de este árbol, cuya demanda en el mundo es altísima y no ha podido ser atendida, ni en la mitad, por el gigante Brasil, que es el primer exportador de esta materia prima que se utiliza en la industria farmacéutica y en la de perfumería de alta gama.