Vivió parte de su vida en los Estados Unidos junto a su esposo Braudilio Ureña que falleció hace cuatro años.
Juntos al fin. A la edad de 93 años de edad dejó de existir Marcelina Batista Cabrera, una de las madres dominicanas más abnegadas y nobles, que vivió parte de su vida en los Estados Unidos junto a su esposo Braudilio Ureña que falleció hace cuatro años.
Todavía en vida, residiendo entre Nueva York y Boston, Braudilio decidió regresar a vivir en Santo Domingo, República Dominicana, junto a su esposa Marcelina. Vivieron los últimos años de su vida felices en la tierra que los vio nacer hasta que Braudilio falleció hace cuatro años. Marcelina murió el 17 de septiembre último.
Wilfredo Freddy, nuestro compañero de trabajo y uno de los reporteros gráficos más renombrados en Boston, tuvo que enfrentarse al dolor más terrible en la vida de todo ser humano, perder al ser que uno más quiere.
“Fue una mujer especial, altruista, totalmente generosa y llena de bondad”, dice Freddy, quien junto a sus hermanos Miguel, José y Eunice están desconsolados.
Marcia, como la llamaban cariñosamente, nació en Altamira, Puerto Plata, el 2 de enero de 1928. Cristiana desde su juventud, Marcelina se entregó al Señor como su salvador, al igual que su esposo Braudilio, cuando se juraron amor eterno.
“Marcia era una persona muy alegre, siempre vivía contando cuentos y tenía un gran sentido del humor”, recuerda Freddy.
La familia agradece a todas las personas que se unieron al dolor por la pérdida de Doña Marcelina. Paz en su alma.
