Muerte de pastor Roberto Miranda nos deja un gran vacío

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Senior Pastor Roberto Miranda speaks during the youth ministry service at Congregación León de Judá, on March 22, 2019. RNS photo by Christine Hochkeppel

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Maximo Torres
Editor, El Mundo Boston
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La repentina muerte de Roberto Miranda, uno de los más prominentes pastores de Boston, nos ha tocado el corazón y dejado a toda una comunidad sumergida en el dolor y el desconsuelo. Muchos de los que lo conocimos de cerca podemos decir que se fue uno de los grandes promotores de la fe.

“Si tu no conoces a Cristo vas hacia un camino de perdición, baja la cabeza, muestra tu humildad y Dios va a obrar en tu vida”. Con el pastor hablé muchas veces a largo de más de 27 años y la primera vez que lo entrevisté para El Mundo Boston fue cuando no hacía mucho había egresado de Harvard, esa prestigiosa Universidad, con el título de profesor en lenguas romances, para luego dejar las aulas para convertirse en un pastor de ovejas. 

Miranda me habló de ese vuelco, de ese cambio que le dio a su vida por una “conversión personal” que tuvo hace más de 30 años cuando estaba a punto de graduarse de Harvard. “Ese día sentí como que la Biblia se me había abierto por primera vez y el gozo que yo sentía de leer la palabra, de comerla, de leerla con una nueva urgencia era como que Dios me había abierto los ojos a la palabra”.

Esa fue la experiencia que lo llevó a crear una congregación en Boston, pequeña al principio, para luego crecer y convertirse en lo que es hoy en día León de Judá, una de las congregaciones cristianas de habla hispana más grande de Boston que reúne cada domingo a más de 1,000 feligreses.

Con el pastor Miranda hablé muchas veces de diversos temas y no había tiempo ni límites para él, tenía la palabra en la boca para dar consejos, para animarte a ser mejor persona. “Si tu no has experimentado todavía ese cambio en tu vida es porque no tienes fe, porque no crees en ti mismo. Y si nosotros creyéramos más veríamos más Milagros”, me decía.   

En una de las tantas comunicaciones que tuvimos me invitó a participar en febrero del 2013 en 40 días de oración por una reforma migratoria por la que tanto abogó a lo largo de su existencia.

Su iglesia tiene una serie de programas sociales para ayudar a los inmigrantes a cargo de tres mujeres guatemaltecas excepcionales como Patricia Sobalvarro, Damaris Velásquez y Vilma Gálvez que lo hacen a través de ALPHA, una agencia proinmigrante que funciona en la misma sede de la congregación. También durante la pandemia ayudaron con alimentos a muchas familias inmigrantes.

Ese era el espíritu, la razón de vida del Pastor Miranda, ayudar a los inmigrantes como él que vino muy niño de la República Dominicana para unirse a su padre y superarse porque como bien decía “la ignorancia no ayuda a las personas a superarse y a que se conviertan en lo que Dios quiere que sean”.

Autor de los libros “En la tierra de los Peregrinos y “Pies de barro”, y conferencista internacional, el pastor Miranda tuvo la hazaña de llevar a su Iglesia de Roxbury a líderes políticos, cívicos y religiosos para el servicio inaugural interreligioso del gobernador Charlie Baker y de la vicegobernadora Karyn Polito.

Fue la primera vez en la historia de Massachusetts de un encuentro previo en León de Judá a la instalación del gobierno de Baker al que asistieron el Cardenal Sean O”Malley, el arzobispo Livingston Foxworth; el obispo Gideon A. Thompson; su Eminencia el Ortodoxo Griego Metropolitano de Boston, y demás representantes.

Ese encuentro le dio a su vida ese espíritu de unidad de la que tanto habló, así como de sus misterios, de su sanidad sobrenatural, de su guerra spiritual, de sus profecías y de su apoyo a las políticas a favor de la inmigración. En lo que si siempre expresó su oposición fue al matrimonio entre personas de un mismo sexo. Ahora ya no está entre nosotros, Dios lo tenga en su gloria.

¡Sigamos cuidándonos! La vacuna salva vidas.