- El salon Queens of Nails en River Street en Hyde Park en Boston fue el centro de atención de uno de los más dramáticos casos que movilizó a la concejal Julia Mejía. «Todas estamos aterradas, llorando y no sabemos qué hacer. Ayúdennos», decían las mujeres a través de mensajes de texto. Al final no se trató de un operativo de ICE sino del FBI y de la policía local buscando un delincuente en el mismo edificio.
En «La Hora del Café» de El Mundo Boston, Vianey Godoy compartió con una gran audiencia lo que vivió en el salón Queens of Nails en River Street en Hyde Park en Boston por un supuesto operativo de ICE. «Fue una experiencia traumática porque fue muy duro ver a mujeres llorando, desesperadas por sus familias, unas encerradas en un baño y otras en los diferentes compartimentos de un local muy grande». El testimonio exclusivo de Vianey, una pequeña empresaria, que se había detenido en el salón para hacerse «manicure» con miras a participar como expositora en la Conferencia de la Red Internacional de Mujeres en Solidaridad que se celebró en la Casa del Estado, vivió junto a las trabajadoras y clientes tres horas de terror. «Todas estamos aterradas, llorando y no sabemos qué hacer. Ayúdennos», decían las mujeres a través de mensajes de texto que llegaron hasta la concejal de la ciudad, Julia Mejía, que se movilizó hasta el lugar. Al final no se trató de un operativo de ICE sino del FBI y de la policía local buscando en el mismo edificio a un delincuente.
Maribel Carbajal de Hispanas Amigas de Massachusetts recibió la llamada de Vianey que le decía por texto que estaba encerrada en el salón de belleza por la supuesta presencia de ICE, por lo que se comunicó con Alberto Vasallo III, conductor de «La Hora del Café» y presidente ejecutivo de esta casa editora. Con Maribel, Vasallo III trató de comunicarse con Vianey y llamaron a la abogada que estuvo en línea. «No abran la puerta» fue el primer consejo que se les transmitió. Los oficiales tocaban la puerta por el frente y por la parte posterior del salón de belleza.
Vivieron horas de pánico
Las trabajadoras y clientes vivieron horas de pánico, llorando y no creían lo que les decían los oficiales de que no eran de ICE hasta que intervino la concejal Julia Mejía, quien logró hacer un video con uno de los oficiales hispanos para calmar los nervios. El oficial decía en español «no somos ICE» y la concejal les pedía tranquilidad. «Me voy a quedar aquí para que se sientan más seguras», les dijo la concejal.
En «La Hora del Café», Julia Mejía admitió también que estaba confundida. «Vi a los del FBI, pero habían muchas preguntas que quería entender. Lo que si quiero destacar es el valor de las mujeres que no abrieron la puerta a pesar de que estaban aterradas. Ni a mi me abrieron la puerta y es que la gente está aprendiendo sus derechos».
«En verdad no era ICE, pero el pánico era mayor. La tarjeta roja que está circulando en la comunidad sobre sus derechos constitucionales está siriviendo de gran ayuda. La gente tiene derecho a permanecer callada y no firmar ningún documento», dijo Mejía.
«Pero hay mucho miedo en la comunidad por las deportaciones, hay madres que no tienen papeles y no están reportando casos de violencia doméstica, una niña que ha sido violada no lo ha reportando por miedo, tenemos que darle seguimiento a estos casos porque nuestra comunidad está viviendo aterrorizada».
«Fui por las uñas y viví momentos terribles»
Vianey Godoy relató que se detuvo en el salón de belleza de Hyde Park para arreglarse las uñas luego de dejar a su hija en una iglesia cristiana. «Viví una experiencia caótica por el miedo que tiene nuestra gente. Al principio todo estaba bien, las empleadas latinas era muy amables, habían otras clientes cuando de repente todas comenzaron a correr, le pregunté a la empleada ¿qué pasa? Cerraron la puerta, yo ví a las muchachas llorando, yo me paré y me dicen inmigración está afuera y los agentes están tocando la puerta, todas comenzaron a encerrarse en los baños, el salón es muy grande y me acerqué a la ventana y miré al FBI, en ningún momento vi al ICE, pero las muchachas decían que habían visto a los agentes de inmigración».
«Lo primero que hice fue llamar a mi abogada, aunque yo tengo estatus legal, pero no hay que olvidarse que estuvimos también en esa situación y yo creo que hay que ser humanos y apoyarnos, habían mujeres llorando, a mi se me salían las lágrimas al ver esta situación, porque somos inmigrantes , llegamos a este país buscando un mejor futuro. Hay sí personas que vinieron a hacer cosas malas, pero creo que la mayoría somos gente trabajadora que viene a aportar a este país», relató Vianey.
«Yo fui al baño y les dije a las mujeres que estén tranquilas, que todo va a pasar, pero el pánico era mayor, me decían que va a pasar con mi hijo, va a salir de la escuela, quién lo va a recoger, no abran la puerta, pero algunas personas que tenían estatus legal querían salir, lo que me pareció egoista, habían personas vulnerables a las que habían que apoyar». Al final, todo pasó. No fue ICE sino un operativo del FBI y de la policía local.