Más de 90 familias latinas se verían afectadas y sin trabajo “porque son 14 los refugios que cerrarían en Boston y Lawrence”, según dicen
“No entiendo porque el estado quiere cerrar Casa Nueva Vida por las fechorías de su exdirector, se quiere penalizar a las 90 familias que están desesperadas porque perderían sus trabajos y eso no es justo”, dice Julia Guerrero, una reconocida activista dominicana, que trabaja en “Casa Nueva Vida” de 6 Ware St., en Dorchester por más de 15 años.
“Estamos esperando la respuesta de la alcaldesa Michelle Wu, de los concejales de la ciudad de Boston y del gobernador Baker para convocar a una rueda de prensa y pararnos frente a la Casa del Estado”, anota la activista.
Son 14 los refugios o shelters que cerrarían sus puertas en Boston y en Lawrence perjudicando a muchas personas sin hogar que ya han puesto a sus hijos en las escuelas y se sentían tranquilas. “Ahora todo va a ser un caos, las familias están llorando”, según reporta.
“Somos 90 familias hispanas que se verían afectadas y no es justo porque los que trabajamos en los refugios no tenemos nada que ver con las fechorías que hizo su exdirector Manuel Durán”, quien renunció hace un año y está siendo procesado por la justicia por malversación.
“Yo estoy dispuesta a pelear ante las autoridades, voy a llamar a la alcaldesa Michelle Wu y a los concejales para hacer que el gobernador Baker evite el cierre”, sentencia Julia Mejía.
Cierre parece inevitable
Se espera que Casa Nueva Vida que sirvió de refugio para personas latinas sin hogar cierre después de que el estado retire los fondos a la única red de refugios para personas sin hogar de Massachusetts con un personal mayoritariamente de habla hispana.
Casa Nueva Vida ha albergado a personas sin hogar durante más de 30 años y el cierre podría ocurrir el próximo mes. El Departamento de Vivienda y Desarrollo Comunitario les notificó que el estado no renovaría su contrato que vence el 30 de junio. Sin los $7.7 millones en fondos estatales el próximo año, la agencia no va a poder continuar operando sus 14 refugios en Boston y Lawrence. Casi toda su financiación proviene del estado.
“No es justo que nuestro contrato no se haya renovado debido a algo sobre lo que no teníamos control”, dijo Darlene Vaccaro, supervisora en Lawrence, quien alguna vez fue cliente. “Es como si estuviéramos siendo castigados por algo de lo que no teníamos conocimiento”.
Manuel Durán que estuvo al frente de Casa Nueva Vida está siendo acusado de robar fondos de vivienda y ha aceptado pagar al estado $6 millones para resolver una demanda civil presentada por la procuradora general Maura Healey, quien lo acusó de embolsarse millones de dólares que supuestamente ayudarían a las personas sin hogar. Según el acuerdo, Durán, quien construyó un imperio inmobiliario mientras dirigía los refugios, tiene que vender nueve propiedades, incluidos tres refugios para personas sin hogar, y entregar las ganancias al estado.
Durán también enfrenta cargos penales por separado, por supuestamente robar al menos $1.5 millones de la organización sin fines de lucro en un esquema elaborado en el que secretamente alquiló sus propias propiedades a Casa Nueva Vida para refugios. Cobró alquileres exorbitantes, dicen los fiscales, mientras usaba los contratos de arrendamiento para obtener préstamos bancarios para expandir sus propiedades inmobiliarias.
Duran está acusado de perjurio y una serie de otros cargos. El caso está programado para una audiencia previa al juicio el 16 de mayo.
