“No hay que mirar el mal que nos divide, sino el bien que nos une»

El Papa Francisco le dice al mundo agobiado por la pandemia

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En sus deseos de Año Nuevo al mundo, el Papa Francisco alentó a las personas a centrarse en el bien que las une y condenó la violencia contra las mujeres, al tiempo que reconoció que la pandemia de coronavirus ha dejado a muchas personas asustadas y luchando en medio de la desigualdad económica.

“Seguimos viviendo en tiempos inciertos y difíciles debido a la pandemia”, dijo el Papa Franciso. “Muchos están asustados por el futuro y agobiados por problemas sociales, problemas personales, peligros derivados de la crisis ecológica, injusticias y desequilibrios económicos globales”.

Miles de residentes y turistas de Roma, con máscaras faciales como protección contra la propagación del coronavirus, se reunieron en la Plaza de San Pedro en un día soleado y templado para escuchar a Francisco exponer su receta para la paz mundial, animando su aparición.

La paz, dijo el Papa, “exige acciones concretas. Se construye estando atento a los más pequeños, promoviendo la justicia, con el coraje de perdonar, apagando así el fuego del odio”.

Francisco también defendió la adopción de una actitud positiva, «una que siempre ve, en la Iglesia y en la sociedad, no el mal que nos divide, sino el bien que nos une».

En su homilía durante una misa en la Basílica de San Pedro, Francisco anunció públicamente el 2022 elogiando las habilidades que las mujeres aportan para promover la paz en el mundo, y comparó la violencia contra las mujeres con una ofensa contra Dios.

La Iglesia Católica Romana marca el 1 de enero como un día dedicado a la paz mundial, y la ceremonia de la basílica es un tributo al lugar especial de la Virgen María en la fe como la madre de Jesús.

Las madres “saben cómo superar obstáculos y desacuerdos e inculcar la paz”, dijo Francis. “De esta manera, transforman los problemas en oportunidades de renacimiento y crecimiento. Pueden hacer esto porque saben cómo ‘mantener’ unidos los diversos hilos de la vida”, dijo el pontífice. «Necesitamos personas así, capaces de tejer los hilos de la comunión en lugar del alambre de púas del conflicto y la división».