«No llores por mi Argentina«
Luego de la histórica derrota ante Arabia Saudita en su primer partido del Grupo C, una de las mayores sorpresas en la historia de la Copa del Mundo, Argentina necesitaba una victoria contra México para evitar tener que vencer a Polonia por tres o más goles en el último partido del grupo y así poder clasificar a la siguiente fase. Lionel Messi lo hizo posible con otro de sus momentos mágicos de gol.
Contra un obstinado equipo de México que ofreció muy poca amenaza con su ofensiva, Messi saltó a la palestra pasada la hora de juego para salvar a su equipo, como ya lo ha hecho en innumerables ocasiones, encontrando el borde inferior de la red con un tremendo disparo desde fuera del área.
Aunque la victoria contra México fue crucial, el entrenador de Argentina, Lionel Scaloni, también habría querido ver una actuación muy mejorada como prueba de que la derrota ante Arabia Saudita no fue más que un desliz. Especialmente porque antes de la derrota en Qatar Argentina llevaba 36 partidos invicto.
Mientras México perseguía un resultado, los espacios en su defensa comenzaron a abrirse con mayor regularidad y Enzo Fernández aseguró la victoria con un magistral remate elevado que no pudo atajar el gran Memo Ochoa. El marcador quedó 2-0.
A juzgar por el ruido que se hizo durante los himnos nacionales, quedó claro que los hinchas de México superaron en número a sus homólogos argentinos en las gradas.
La primera parte transcurrió con muy pocas incidencias, ya que ninguno de los dos fue capaz de crear una sola ocasión de anotar.
Para Argentina, esto estuvo muy lejos de la actuación que muchos seguidores en Qatar y en casa habrían esperado luego de esa humillante derrota inicial ante Arabia Saudita.
Buenos Aires de fiesta por triunfo argentino en Qatar 2022 2:21
Dada la posición peligrosa en la que se encontraba Argentina, que necesitaba una victoria para tener una oportunidad real de clasificarse para los octavos de final, esa primera mitad fue desconcertante y exasperante en igual medida para los fanáticos de La Albiceleste.
Pero tal es la calidad de Messi, que incluso una pérdida de concentración de una fracción de segundo puede resultar fatal. Fue cuando el argentino asestó el golpe crucial justo después de la marca de la hora de partido.
Ángel Di María, quien había sido uno de los jugadores menos efectivos de Argentina en la noche, encontró a Messi completamente desmarcado en el borde del área.
Era la primera vez en toda la noche que se encontraba con algún espacio y el capitán solo necesitó una oportunidad, controlando el balón y disparando un tiro preciso en la esquina inferior.
