El pastor de una iglesia bautista en Worcester está en el ojo del huracán tras realizar dos servicios religiosos en menos de una semana.
El reverendo Kris Casey de la iglesia Adam Square, ofreció un servicio el pasado domingo con cerca de 60 personas, a pesar de que en el estado prohíben los encuentros de más de 10 individuos.
Además, el miércoles en la noche volvió a congregar a varios feligreses, pese a que los oficiales le advirtieron que no lo hiciera. Sin embargo, en esta oportunidad solo reunió a menos de 10.
«No hubo ninguna violación porque se congregaron menos personas», dijo Kathleen Daly, una portavoz de la policía de Worcester.
Sin embargo, oficiales le advirtieron que en caso de volver a violar la orden del gobernador Baker, podría enfrentar multas de hasta 500 dólares, e incluso cargos penales.
