Aunque el viento soplaba en su contra, Botafogo ajustó las velas para llegar a buen puerto: su primer título de la Copa Libertadores, que conquistó al imponerse con un hombre menos por 3-1 al Atlético Mineiro en la final brasileña disputada en Buenos Aires. El equipo que el legendario Garrincha se hizo célebre en las décadas de 1950 y 1960 podrá silenciar por fin las burlas de sus rivales, que hasta hoy le recriminaban ser el único equipo tradicional de Brasil que no contaba con el preciado trofeo en su vitrina.