¿Terminó el encierro? ¿Podríamos decir que la ansiada libertad ya llegó? ¿Qué el COVID-19 se fue por donde vino? Nada de eso. Ya quisiéramos soñar con caminar por las calles de Boston o de cualquier parte de Massachusetts sin ese miedo que nos arropa, sin ese temor de contagiarnos.
Pero ese día, bendito por la libertad económica, ya llegó con pausas y cucharadas, pero llegó al fin con el primer paso que dio el gobernador Charlie Baker para reabrir la economía que, según dice, tendrá 4 fases.
El anuncio del gobernador fue de lo más auspicioso, sin grandes sorpresas en esta primera etapa, pero se observó mucha cautela ante un enemigo que no sabemos si nos puede dar otro coletazo.
Los gritos desaforados de un sector de la población que le reclamaba al gobernador abrir ya la economía después de dos meses de una paralización forzada por el COVID-19 no han sido del todo escuchados.
El gobernador centró su atención en tres rubros importantes como puntas de lanza para este espinoso proceso de reapertura: el reinicio de las obras de construcción que estaban paralizadas, la vuelta de las grandes empresas de fabricación y las iglesias que podrían servir de termómetro para medir un eventual rebrote del coronavirus por la gran afluencia de feligreses, aunque los recintos eclesiásticos tendrán que seguir reglas más estrictas como reducir su capacidad a un 40 por ciento, el distanciamiento social y el uso de las mascarillas o tapabocas.
Lo preocupante viene después cuando el 25 de mayo se le de carta libre a los salones de belleza, peluquerías y otros que están regados por todo East Boston, Chelsea, Lynn , Lawrence y otras ciudades con muchos casos de coronavirus. El peligro es latente y puede resultar en un rebrote del virus si es que los dueños no actúan con responsabilidad.
“Estos lugares pueden ser la espada de Damocles”, me decía uno de los vecinos de East Boston por el trabajo cara a cara entre los peinadores o peluqueros y los clientes.
Esta es la primera fase que tiene dos fechas, las del 18 y 25 de mayo. Por ahora los restaurantes latinos que también enriquecen East Boston y todo Massachusetts seguirán cerrados. Se estima que podrían abrir en una segunda fase en unas tres semanas o más. Todavía nada está claro.
Lo cierto es que la primera fase del “reopen” ya comenzó a rodar y esperamos que la curva del COVID-19 se aplane de una vez por todas para bien de todos en Massachusetts. Ya estamos en camino para recobrar nuestra libertad, va a pasar un tiempo, pero lo vamos a lograr.
