A nivel mundial, la gente no espera que el 2023 sea un gran año, o al menos no mucho mejor que el 2022. Solo la mitad de la población piensa que el 23 será mejor que el 22, según un informe de Ipsos que ha vuelto a publicar “2023 Predictions” en el que analiza el balance que las personas hacen del año que dejamos atrás, y que esperan del 2023 en materia de economía, seguridad y medioambiente.
Pero por las redes sociales, astrólogos, cartománticos, tarotistas, clarividentes dicen de todo y hablan de un tsunami económico, de la paridad del euro-dólar, de la inflación, del empleo, mientras que los profetas predicen los peores y mejores escenarios.
Lo cierto es que ¿quién puede predecir el futuro sin acertijos? cuando se habla también del fin del mundo.
¿Qué es lo que va a pasar el 23? ¿Quién lo sabe?
De cara a la realidad aún persisten los efectos de la pandemia del COVID-19, de la invasion de Ucracia por el demente Putin y de la crisis económica y energética asociada a los últimos acontecimientos del devenir mundial.
Es innegable el impacto directo de estos hechos en la percepción que tiene la gente sobre su futuro. La inflación es otro aspecto que va a seguir golpeando el bolsillo de las familias y, según las predicciones, nos hacen ver un 2023 con muchos nubarrones para volver a la normalidad o mirar el año que viene con optimismo.
Según los economistas, la inflación seguirá siendo alta que es bueno para el gobierno porque recauda más y su deuda vale menos, pero mala para los que vivimos de nuestros salarios o sueldos porque los alimentos van a seguir subiendo y los que más van a sufrir son las familias de bajos o medianos ingresos.
Después de dos años horribles
Tras unos complicados 2020 y 2021, donde la mayoría de las personas de todo el mundo los calificó de años “horribles”, parecía que 2022 sería el año donde todo iba a ir a mejor, pero nada más lejos de la realidad.
Ya casi al finalizar el año, el estudio de Ipsos señala que 2022 ha estado marcado por la estabilización de la pandemia, pero también por el estallido de graves conflictos internacionales, el incremento de problemas económicos y una emergencia climática urgente, por lo que muchos coinciden en que ha sido un año difícil.
Más de la mitad de las personas (56%) describe 2022 como un mal año para ellos y su familia, pero la percepción empeora cuando pensamos a nivel país, donde, de media, un 73% declara que este año ha sido un mal año.
A pesar de estos datos, ambas cifras son mejores que las de 2021 (58% y 77% de media, respectivamente) y notablemente mejores que el dramático 2020, cuando el 70% afirmaba que había sido un mal año para ellos y su familia, y el 90% dijo que había sido un mal año para su país.