Boston – El alcalde de Boston, Marty Walsh, declaró el racismo como una crisis de salud pública en la ciudad.
La declaración realizada el viernes estará respaldada por un plan para cambiar el destino de 12 millones de dólares del presupuesto de la policía, para invertirlos en programas sociales que ayuden a combatir el racismo.
El plan incluye además una inversión inicial de $3 millones transferidos del presupuesto de horas extras del departamento a la Comisión de Salud Pública de Boston.
Con esta medida, Boston se une a múltiples comunidades del país que han declarado emergencia recientemente, incluida Somerville.