Según un reciente estudio, un regreso apresurado a la escuela, sin una planificación adecuada, podría resultar en un aumento en los casos de infecciones por COVID-19, especialmente en comunidades como la latina.
Los datos muestran que los niños infectados tienen un «nivel significativamente más alto» del virus en su sistema que los adultos que fueron hospitalizados en UCI para el tratamiento del coronavirus.
Los niños pueden portar un mayor volumen de virus, lo que significa que son más contagiosos, independientemente de su susceptibilidad a desarrollar una infección.
De allí que el estudio señala que los niños juegan un papel más importante en la propagación del coronavirus de lo que los investigadores pensaban anteriormente.
Los resultados de este nuevo estudio han dado lugar a advertencias de los médicos del Hospital General de Massachusetts.
Los investigadores señalan que, aunque los niños con coronavirus no tienen tanta probabilidad de enfermarse tan gravemente como los adultos, pueden portar el virus con pocos o ningún síntoma mientras asisten a la escuela y potencialmente pueden propagar la infección allí o llevar el virus a sus hogares.
Esta es una preocupación particular para las familias de ciertos grupos de ingresos más bajos y las familias multigeneracionales con adultos mayores vulnerables en el mismo hogar.
En el estudio, el 51 por ciento de los niños infectados provenían de comunidades de bajos ingresos en comparación con el 2 por ciento de comunidades de altos ingresos.
