Más de 18 estados y distritos han aprobado leyes que permiten el acceso a licencias de conducir a los indocumentados o también llamados los “sin papeles”. Esto ha representado uno de los alivios migratorios en Estados Unidos más hablados ya que, hasta hace algunos años eran muy pocos los estados que permitían este beneficio.
En los últimos 3 años incluyendo este año en curso se han ido incrementando exponencialmente el número de estados que otorgan licencias de conducir a los inmigrantes indocumentados sin colocar ningún tipo de traba, ni compartir su información personal con algún otro ente. Es por esta razón que, muchos de los indocumentados deciden vivir en estados donde pueden tener este beneficio para manejar de forma legal.
El pasado mes de diciembre de 2019 New York se unió a la lista de estos estados a través de la aprobación de un proyecto de ley llamado “luz verde”. Y en este año 2020 tras una lucha junto a inmigrantes, funcionarios y activistas también se aprobó una ley similar en el estado de Virginia.
En total son 18 estados y distritos (por ahora) que han hecho aprobaciones de leyes para inmigrantes indocumentados los cuales son: Illinois, New York, New Jersey, Colorado, Connecticut, Hawaii, Delaware, Maryland, Oregón, Utah, Nuevo México, Vermont, Washington, Nevada, California, Virginia, Distrito de Columbia, Puerto Rico.
Requisitos para que los indocumentados puedan obtener una licencia de conducir
Para que estas personas puedan solicitar y obtener una licencia de conducir en cualquiera de estos estados deben pasar obligatoriamente por el examen teórico práctico en las oficinas del DMV. Además de que también deben pagar el costo total de la cita y cumplir con otros requisitos exigidos, los cuales varían en cada estado.
En general, los requisitos que impone el DMV son: ser mayor de 16 años de edad, poseer un comprobante de residencia o alguna factura que compruebe el tiempo de estadía, y por supuesto un documento de identidad o pasaporte.
Cada año se abren más oportunidades para que los indocumentados que residen en Estados Unidos puedan vivir en armonía. Por eso se estima que los próximos años se seguirán uniendo más estados a esta iniciativa gracias a los activistas que luchan día a día por los derechos.
