El beneficio de eso es que cada vez que vamos a misa, nos encontramos con Jesucristo, podemos estar juntos, podemos celebrar la obligación y la bondad de santificar el sábado.
Tras abrir y cerrar puertas por la pandemia del coronavirus que dejó cientos de muertos, el Cardenal de la Arquidiócesis de Boston, Sean O’Malley, hizo una ferviente exhortación a sus feligreses para que vuelvan a las Iglesias y asistan a la misa dominical.
“El Día del Padre ha sido el momento más apropiado para asistir una vez más a la misa y hacerlo cada domingo como un mandato de fe”.
“En este año de San José, que siempre fue un fiel observador del sábado, elegimos el Día del Padre como un día apropiado para animar a todo nuestro pueblo, y especialmente a nuestras familias, a volver a la celebración dominical de la Eucaristía”, dijo el Cardenal O’Malley en su carta a los feligreses.
Los obispos de Springfield y Fall River formularon declaraciones similares pidiendo a sus fieles asistir a la misa dominical.
Por la pandemia del coronavirus, las Iglesias estuvieron por un tiempo cerradas y luego abrieron sus puertas con las restricciones que los obligaban a recibir a sus feligreses por debajo de los límites de su capacidad. Muchos de los servicios se transmitieron a lo largo del año de manera remota.
La misa es una parte central de ser católico, dijo el obispo de Springfield William Byrne.
“El beneficio de eso es que cada vez que vamos a misa, nos encontramos con Jesucristo, podemos estar juntos, podemos celebrar la obligación y la bondad de santificar el sábado”.
La obligación de asistir a misa no se aplica a aquellos que están enfermos o confinados en sus hogares, dijeron los obispos.
“A todos aquellos que no han podido estar con nosotros durante este último año, esperamos darles la bienvenida nuevamente a la celebración de la Misa”, dijo el obispo de Fall River, Edgar da Cunha.
El obispo de Worcester, Robert McManus, ya había pedido a sus feligreses asistir a las misas de manera presencial.
