Por Max Torres
Hace unos días regresé de El Salvador más «Bukeleado» que nunca, agradecido por comer tanta «Pupusa loca» y por añadidura complacido de compartir con tantos «youtuberos» que llegaron de distintas partes del mundo a darle cobertura para sus redes a lo que acontecía en el país por las elecciones que llevaron al poder por 5 años más al presidente Nayib Bukele. El Pulgarcito de América me dio otra lección de vida porque en todos mis años de trabajo periodístico nunca me había topado con tantos «youtuberos» o creadores de contenido, unos con más alcance que otros, pero todos ganando dinero como independientes en un mundo cada vez más cambiante por la magia del internet y de los teléfonos inteligentes.
En el centro de votación de la Avenida Olímpica en San Salvador donde iba a votar el presidente Bukele la pila de «youtuberos» cubría lo que se puede decir el Estadio de Jorge «Mágico» González, todos apiñados por captar mejor a Bukele que bajó de su automóvil rodeado por extremadas medidas de seguridad como era de esperarse. Bukele avanzó con el brazo extendido hasta su cabina de votación. Los «youtuberos» transmitían paso a paso en vivo y en directo lo que hacía el presidente para sus redes sociales. Estaban en todos lados como Bukele que estaba hasta en la sopa. No había otro tema de conversación que hablar maravillas del presidente. Los «youtuberos» lo seguían a todas partes.
En la conferencia de prensa que ofreció el mandatario en el Sheraton Presidente unas tres horas después de emitir su voto, los «youtuberos» estaban en primera fila y es allí donde Bukele le dio de palos a los medios de la prensa extranjera tradicionales por «distorsionar la información» haciendo sus mayores criticas a los medios españoles.
Los «youtuberos» o creadores de contenido no se sintieron aludidos y es más una joven española que se identificó como comunicadora independiente le formuló una pregunta y para congraciarse le dijo a voz en cuello «el periodismo formal está muerto». A lo mejor en su imaginación, hay que respetar su opinión, aunque muchos puedan decir que es un disparate.
Sin lugar a dudas esta nueva forma de hacer periodismo sigue creciendo a pasos agigantados, El Salvador fue una muestra de lo aplastante que puede ser con un Bukele como el «papa youtubero». Porque el presidente se mueve por las redes a toda hora. Su aplastante triunfo electoral es otro ejemplo del poder de la magia de la cibernética, para bien o para mal.
Son muchos los «youtuberos» que conocí en mi visita a El Salvador, no solo originarios de ese país que viven en diferentes partes de Estados Unidos, España, Italia, entre otros países de Europa, sino de Guatemala, Honduras, Argentina, Perú, Brasil, República Dominicana y paro de contar.
De este último país caribeño, Indiomar salta a la vista como uno de los que dejó su profesión de locutor en Santo Domingo para crear sus propios medios a través de las redes que le permiten vivir y viajar por el mundo buscando cada día levantar más seguidores. Su marca se mantiene en alza y, según me decía, lo que puedo ganar al mes varía, «todo depende de mi habilidad». Los «youtuberos» ganan miles y miles de dólares y sin duda alguna es una nueva forma de ganar dinero por el alcance o la pegada que tienen en YouTube o en otras redes sociales. Indiomar Villanueva Paredes que comenzó hace 8 años a trabajar en las redes me decía «este es un mundo nuevo, vine hace 5 años a El Salvador cuando Bukele ganó la presidencia y ahora he vuelto para su reelección». Como Indiomar, todos los que amamos la democracia y la libertad hemos aprendido a querer al Pulgarcito de América por todo el ejemplo que está dando al mundo. No hay país más seguro en el continente y más allá. Los resultados de la guerra que libró Bukele contra la delincuencia y el terrorismo son tangibles.
!Sigamos cuidándonos! La vacuna salva vidas.
Maximo Torres
Editor, El Mundo Boston
[email protected]
