No hace mucho escuche al presidente Nayib Bukele, uno de los dignatarios que se ha ganado a pulso el respeto del mundo, decir que «El Salvador si vale la pena» y me sentí plenamente identificado con sus palabras porque «El Pulgarcito de América» es ahora el gigante de América por muchas razones.
Su población respira ahora paz, tranquilidad después de años de vivir bajo la extorsión y el crimen por las repudiadas «Maras salvatruchas», ese movimiento sanguinario que tenía en sus manos a una población indefensa y sin ningún tipo de protección de las autoridades de turno.
Ahora todo es diferente, los tiempos han cambiado y se puede decir «muerto el perro, se acabó la rabia». Porque el presidente Bukele aniquiló a esos malditos terroristas, criminales.
El Salvador, el país que visité «cuando las papas quemaban», ya ha dejado de ser la nación más peligrosa y violenta del mundo. Según los reportes oficiales, los crímenes se sumaban a diario y la población vivía en constante zozobra por los sanguinarios extorsionadores. Ahora el pueblo respira paz y Bukele lo ha logrado con inteligencia, con audacia y con el apoyo de la población, de la policía y de las Fuerzas Armadas. El pueblo salvadoreño ha recuperado la confianza de sus autoridades, de los congresistas que apoyaron la propuesta del presidente Bukele de un régimen de excepción para acabar con la delincuencia y el crimen. No fue una tarea fácil, había que buscar a los terroristas hasta por debajo de las piedras. Ahora están todos o casi todos presos.
Bukele cuenta con el apoyo de su pueblo, pero ha tenido que enfrentarse a sus opositores políticos que por años no hicieron nada contra las bandas criminales y ha desafiado como todo un dignatario a las organizaciones que lo acusan de violar los derechos humanos.
«Yo defiendo los derechos humanos de mi pueblo, no de los delincuentes terroristas», ha dicho Bukele y le sobran razones para decirlo. Porque el pueblo respira ahora paz, tranquilidad.
¡Sigamos cuidándonos! Sin salud mental, no hay salud.
Maximo Torres
Editor, El Mundo Boston
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